El cumpleaños de Virginia Woolf
Una visita a su diario íntimo
Martes 26 de marzo de 2019
"Creo que hace 10 años que no celebraba mi cumpleaños; & hasta el día –un bonito día helado, con todo fresco y alegre- era como debe ser un cumpleaños y nunca lo es". La entrada al diario de la autora de Las olas en su cumpleaños número 33, justo cuando se publica su primera novela. Tomado de la traducción al castellano de Tres hermanas Editora.
Enero, 1915. Virginia Woolf está a punto de cumplir 33 años y decide comenzar un diario. “No sabemos por qué empezó a escribirlo, pero sí sabemos por qué lo interrumpe: desde mediados de febrero, se hundió en la locura”, explica Anne Olivier Bell, la responsable de la edición que Tres Hermanas tradujo al español con Olivia de Miguel.
Aquél es el año en el que se publica su primera novela, Fin de viaje: Virginia Woolf todavía escribiría mucho más; La señora Dalloway, Orlando, Las olas, Al faro… ¿pero cómo podría saberlo esa mañana en que recibe una novela dedicada de Sir Walter Scott entre sus regalos? Hace dos años que está casada con el escritor Leonard Woolf, parte del grupo de Bloomsbury, y juntos fundarían dos años después la editorial Hogarth Press, cuyo catálogo se iniciaría con 150 ejemplares de factura artesanal de dos libros suyos, uno de cada quien, y con la que llegarían a publicar, por caso, la primera edición británica de La tierra baldía de T. S. Eliot.
Lunes, 25 de enero de 1915
Mi cumpleaños: voy a contar todas las cosas que he recibido. L. había jurado que no me regalaría nada & yo le creí, como una buena esposa. Pero se deslizó en mi cama con un paquetito que contenía un hermoso monedero verde. Me trajo el desayuno a la cama con el periódico, que anunciaba una victoria naval (hemos hundido un barco de guerra alemán) & un paquete cuadrado, de color marrón, que contenía una bonita primera edición de The Abbot (El abad), así que he pasado una mañana alegre y agradable, solo superada, desde luego, por la tarde. Me han llevado a la ciudad, libre de cargos, & me han invitado primero al cine & luego a Buszards. Creo que hace 10 años que no celebraba mi cumpleaños; & hasta el día –un bonito día helado, con todo fresco y alegre- era como debe ser un cumpleaños y nunca lo es. El cine fue un poco decepcionante porque después de esperar hora & media no pudimos ver las películas sobre la Guerra. Para completar el día, cogimos un tren directo & lo he pasado muy bien leyendo el ensayo que escribió papá sobre Pope, muy agudo & brillante, sin una sola frase inútil. La verdad es que no sé cuánto hacía que no disfrutaba tanto de un cumpleaños; por lo menos desde que era pequeña. Mientras tomábamos el té, hemos decidido tres cosas: la primera, alquilar Hogarth, si es posible; la segunda, comprar una máquina de imprimir; la tercera, comprar un buldog, que probablemente se llamará John. Estoy muy emocionada con las tres cosas, sobre todo con la imprenta. También me han regalado una bolsa de caramelos para llevar a casa.