"Tener una idea es como una fiesta"
Miércoles 24 de junio de 2015
"Un filósofo no es solamente alguien que inventa nociones, también inventa maneras de percibir". Esta tanda de YouLit sale especial Deleuze sobre la alegría, la tristeza, la creatividad, la literatura, la vida y la filosofía.
Por Valeria Tentoni
"A fuerza de ser creativo, Deleuze supo salir de la filosofía haciendo filosofía. No necesitó, como otros filósofos, escribir novelas, obras de teatro o componer canciones", dice Jorge Luna Ortuño en este perfil. "Se escribe siempre para dar vida, para liberar la vida allí donde esté presa, para trazar líneas de fuga", había escrito el francés. O también: "Escribir es un asunto de devenir, siempre inacabado, siempre en curso, y que desborda cualquier materia vivible o vivida. Es un proceso, es decir un paso de Vida que atraviesa lo vivible y lo vivido. La escritura es inseparable del devenir; escribiendo, se deviene–mujer, se deviene–animal o vegetal, se deviene–molécula hasta devenir–imperceptible".
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Del documental de Pierre-André Boutang El abecedario de Gilles Deleuze elegimos, entre las ocho horas de entrevistas con Claire Parnet realizadas en 1988 (y que se comprometieron a publicar después de la muerte del filósofo), la L, de literatura. Aquí reconoce deudas de pensamiento con autores como Faulkner y Fitzgerald, responde sobre su interés en los "autores menores" y razona acerca de las cercanías entre estas dos actividades, la literatura y la filosofía. “El concepto nunca existe solo. El concepto, al mismo tiempo que prosigue su tarea, hacer ver cosas. Es decir, está en conexión con preceptos, y resulta que de repente los encontramos en una novela. (…) Los grandes personajes de la literatura son grandes pensadores. Y nos hacen pensar. Acabo de releer buena parte de Melville, el capitán Ahab es un gran pensador, ni qué decir de Bartleby". Cabe la recomendación del ensayo "Bartleby o la fórmula", en el que analiza el preferiría no hacerlo y se puede encontrar en un tomito diminuto editado por Alción llamado La literatura y la vida, donde también está el ensayo citado más arriba.
"¿Te das cuenta de lo que es crear un personaje? ¡Es algo pasmoso!", le dice Deleuze a Parnet en la entrevista, de repente, como si acabara de descubrir eso tan hermosorrible. Lo que encuentra en común entre la gran literatura y la gran filosofía es que ambas “dan fe de la vida". Por eso, entiende, los grandes autores no tienen muy buena salud: "Son los mismos por los que tal vez pasa la vida a raudales. Se debe precisamente a eso. Han visto algo demasiado grande para ellos. Han visto, son videntes, no son capaces de aguantarlo, aquello los rompe. Chejov sería uno de esos casos...", arroja. "Los filósofos y los literatos están en el mismo punto: hay cosas que uno logra ver y de las que literalmente, de alguna manera, uno no vuelve. Preceptos en el límite de lo soportable".
"Toda tristeza es el efecto de un poder sobre mí", titularon este video que también es un extracto del Abecedario. Cuatro minutos de oro, que terminan con un corte que no se entiende bien si en el documental original está editado así --no parece. “La alegría es todo aquello que consiste en colmar una potencia. Uno siente la alegría cuando hace realidad una de sus potencias. (…) ¿Qué es la tristeza? Se da cuando estoy separado de una potencia de la que, con razón o sin ella, me creía capaz". Para Deleuze, el grado más bajo de la potencia es el poder. Y a la maldad la define como el "impedir que alguien haga lo que puede, efectúe su potencia": "El poder siepre separa a la gente que está sometida de aquello que puede hacer”.
En la segunda parte dirá: “La gente tiene encanto solo por sus fobias. El verdadero encanto es ese lado en que se hacen un lío, cuando no saben bien por dónde andan. No significa que se vengan abajo; por el contrario, son gente que no se viene abajo. Pero si no atrapás la pequeña raíz o el granito de locura de alguien, no podés amarlo". También advierte que "todos somos un poco dementes": "Me alegra que el punto de demencia de alguien sea la fuente de su encanto. Sí”.
"Tener una idea es un acontecimiento raro. Ocurre muy pocas veces", dice en esta conferencia de marzo de 1987 en Femis, la Escuela Superior de Oficios de Imagen y Sonido. "Tener una idea es como una fiesta, pero no es corriente. Por otra parte, tener una idea no es algo general, no se tiene una idea en general. Una idea ya está consagrada, así como el que tiene la idea, está consagrada y es de tal autor. (…) A las ideas hay que tratarlas como si fueran potenciales, pero potenciales ya comprometidos en un modo de expresión e inseparables del modo de expresión", explica ante un aula repleta de estudiantes de cine. Deleuze se quedará con ellos unos cuarenta minutos pasando por Kurosawa, Dostoievski, Burroughs o Foucault, para expedirse sobre la pregunta "¿qué es tener una idea?", particularmente en el cine.