Cinco haikus de Masaoka Shiki
Miércoles 22 de noviembre de 2023
Masaoka Shiki (1867-1902), una de las figuras centrales en la tradición japonesa del haiku, fue quien, precisamente, ideó el nombre con el que hoy conocemos esta forma poética.
Masaoka Shiki (1867-1902) es una de las figuras centrales en la tradición japonesa del haiku y quien, precisamente, ideó el nombre con el que hoy conocemos esta forma poética, hasta entonces solamente una parte integrante –la primera– del poema colectivo llamado «haikai no renga» o cadena de haikais, que data del período Edo (1603-1868).
En 1883, Shiki se trasladó a vivir a Tokio desde su localidad natal en el sur del Japón. Allí desarrolló una intensa campaña periodística cuyo eje fue la voluntad de renovar una tradición poética que ya contaba con grandes maestros como Basho e Issa; en esa campaña -en la que Shiki reivindicó igualmente la obra poética de Buson- contó con numerosos seguidores y estableció nuevas pautas y posibilidades expresivas para el haiku. Entre sus recomendaciones, acaso la más importante fue la siguiente: «Los haikus no son proposiciones lógicas, y ningún proceso de razonamiento debe aflorar a la superficie».
El poeta falleció en Tokio en 1902 a causa de la tuberculosis. «Pese a su temprana muerte a los 34 años, Shiki tuvo tiempo de llevar a cabo una extensa obra de poesía y crítica, una obra que dejó desde muy pronto una larga estela de discípulos y ejerció un decisivo influjo tanto en la evolución del haiku como, en general, en la sensibilidad estética japonesa», escribe Andrés Sánchez Robayna, responsable, con el pintor y grabador japonés Masafumi Yamamoto, de la edición de la que tomamos los siguientes haikus, editada por Galaxia Gutenberg.
Maldita mosca.
Cuando quiero matarla,
ya no se acerca.
Fin de las lluvias.
Desfilan las hormigas
aquí y allá.
Bajo el gran sauce,
esperando la barca,
dos o tres búfalos.
Bordeo el río.
Ningún puente lo cruza.
Larga jornada.
Casi olvidada,
en su jarrón la planta
ha florecido.