Un emocionante cruce de música y poesía
Miércoles 15 de diciembre de 2010
Liliana Herrero y Diana Bellessi cerraron el ciclo 2010 de Poesía y Música en CCEBA.
Por PZ.
Qué placer fue estar ayer en el encuentro que Liliana Herrero y Diana Bellessi compartieron en CCEBA. Durante todo el año, Martín Pérez organizó el ciclo mensual de Poesía y Música en el que un cantante invitaba a un poeta a subir juntos al escenario. En estos encuentros mensuales, participaron, entre otros Sergio Pángaro y Alberto Laiseca, Flopa y Roberto Malatesta, Palo Pandolfo y Tamara Domenech, Gabo Ferro y Pablo Ramos. Ayer, Herrero y Bellessi cerraron el año con un moño rojo y grande.
--¡Sos petisita!
No se conocían: se habían leído y escuchado, pero nunca se habían visto en persona. Apenas mantuvieron un breve cruce telefónico. Pero cuando Martín Pérez le propusto participar en el ciclo a Liliana Herrero ella pensó en Bellessi como la acompañante ideal. Lo primero que Diana le dijo a Liliana fue que le sorprendía que fuera tan petisita como ella. Herrero, sonriente, le dijo que ese es el mejor piropo, cuando le dicen "en el escenario parecés tan alta".
"Debería llamarse Canto y Canto: hay música en la poesía y poesía en la música", dijo Herrero. La noche fue un diálogo. A una canción le contestaba un poema, a un poema una canción. Diana Bellessi leyó "Love story": padre e hija esperan al novio de ella que está sirviendo como soldado. El poema cierra con el padre: "sepa usted y para siempre, / el corazón es una achura / que no se vende". Fue uno de los poemas más aplaudidos. Liliana Herrero repitió esos últimos versos, casi susurrando. Entonces le pidió al guitarrista Pedro Rossi que tocara "Soncoy querido", una chacarera de Juan Falú: "corazón yo lo respeto y usted corazón lo sabe", dice. Aplausos y aplausos.
--No, sé, Diana, ya me perdí. Voy a tocar la que vos me pediste. --Y cantó "Oración del remanso" de Jorge Fandermole. Después explicó:-- La primera vez que la escuché la escuché mal. El verso le dice al Cristo de las redes "no pienses que nos perdiste, es que la pobreza nos pone triste". Yo no escuché el "es" y después decidí dejarla así como la había escuchado.
En una emoción in crescendo, el pico llegó cuando Herrero invitó a Bellessi a leer en medio de una canción de Atahualpa: el poema "Variaciones de la luz" miraba el atardecer, la canción respondía "y paso las madrugadas / buscando un rayo de luz". Más de uno, a esa altura, lloraba emocionado. Hacia el final, sin embargo, cuando la melancolía se abría camino a fuerza de poemas y canciones. Un par de anécdotas chiquitas, muy chiquitas, de Herrero alcanzaron para romper el bajón y preparar el clima para el brindis final.
El encuentro comenzó a las siete en punto y terminó exactamente una hora más tarde. Pero duró mucho más.