Kierkegaard sobre el misterio y el paso del tiempo
El padre del existencialismo
Miércoles 12 de julio de 2017
El filósofo danés, nacido en Copenhague en 1813, es considerado por Wittgenstein "el más profundo pensador del siglo diecinueve" y por muchos el creador del existencialismo. En estas notas, tomadas de su Diapsálmata, queda revelado por qué.
Por Søren Kierkegaard.
"De todas las cosas ridículas, la que me parece más ridícula de todas es andar con prisas por el mundo, ser un hombre presuroso en las comidas y presuroso en los quehaceres. Así que cuando veo una mosca posándose, en el momento decisivo, en la nariz de uno de esos hombres de negocios, o cuando alguno resulta salpicado por un carruaje que pasa a su lado con más prisa todavía que él, o que el puente basculante de Knippel se levanta cuando va a pasar, o que le cae encima una teja y lo mata, me río de buenísima gana. ¿Y cómo podría uno reprimir la risa? Pues ¿qué consiguieron esos tan apresurados y tan trabajadores? ¿No les pasa como a la mujer que, sumida en la confusión porque había fuego en su casa, salvó las tenazas de la chimenea? ¿Qué más salvaron ésos del gran incendio de la vida?"
"La mayoría de las personas corre tan de prisa en pos del placer que lo pasa de largo. Les sucede lo mismo que le pasó al enano que custodiaba en su castillo a una princesa raptada. Un día se tumbó a dormir la siesta. Cuando despertó, una hora más tarde, la princesa había desaparecido. A toda prisa se calzó las botas de siete leguas; de un solo paso dejó atrás a la princesa".
"Nadie regresa de la muerte; nadie llega al mundo si no es llorando; nadie le pregunta a uno cuándo quiere entrar y tampoco nadie cuándo quiere salir".
"Hay que ser misterioso, no solo para los demás, sino también para uno mismo. Yo me estudio a mí mismo; cuando me harto de hacerlo, paso el tiempo fumando un cigarro y pensando si Dios sabe lo que realmente pretende conmigo, o lo que quiere hacer conmigo."
"Tan sólo tengo un amigo, es el eco; ¿y por qué es mi amigo? Porque yo amo mi pena y él no me la arrebata".
Las notas fueron tomadas de Diapsálmata, con traducción del danés de Enrique Bernárdez, publicadas por Hermida Editores y disponibles en la librería.