Inauguró Caburé
En San Telmo
Lunes 27 de junio de 2016
Por Valeria Tentoni.
Cazador implacable de mirada hipnótica, con garfios desmesurados para el cuerpo en el que vive: un ave de rapiña que se resiste a quedarse dormido, en batalla contra la tentación del sueño. Caburé es ahora, además del nombre de ese animal, el de una nueva librería y espacio cultural en el barrio de San Telmo, que quedó inaugurada el fin de semana pasado.
El sábado fue la apertura formal, con la presentación por Noe Jitrik de Fausto, primer libro de la colección Contrapuntos de la editorial Caterva, sello que homenajea con su nombre la novela del cordobés Juan Filloy (con sus siete linyeras nómades filosofando, como protagonistas), seguido del arranque de un ciclo de charlas políticas que se desarrollarán en ese espacio. El ex director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, se propuso pensar en ese marco qué es la coyuntura, qué exige de nosotros y qué significa.
Pero, para calentar motores, el viernes hubo otro evento: se presentó a sala llena el tercer número de la Revista Carapachay, con Cristian Kupchik y Damián Huergo. Fueron precedidos por Hernán Ronsino —quien celebró la apuesta a "que la palabra siga generando espacios de discusión"— integrante del consejo editorial junto a Sebastián Russo y Luciano Guiñazu, este último a su vez uno de los responsables de haber levantado el espacio de calle México junto a Matías Rodeiro, Mauro Miletti y Gonzalo Álvarez.
Los cuatro se conocieron en el ámbito universitario, en las carreras de Sociología y Ciencias Políticas. La curaduría con la que se distribuyen títulos, autores, sellos y géneros en el salón responde a ese encuentro originario: hay preeminencia de material ensayístico y buen lugar destinado a los sellos independientes. La revista, por su parte, queda como proyecto amigo de estos otros dos, la editora y la librería, que de algún modo se fusionan entre esas paredes cubiertas de literatura por escenario.
Guiñazu, además, es carpintero, y suyo es todo el diseño de estanterías y mesas. Madera que recibe madera, papel. "Yo tenía la revista con Hernán y Sebastián, ellos tenían la editorial Caterva, que son quienes publican la versión en papel, y a partir de una presentación que hicimos a fines del año pasado en La Plata surgió la idea de hacer esto", explicó. Miletti es vecino de la librería, vive a la vuelta. "Fue un proyecto político, pensar una línea editorial que se vea reflejada en los libros que vamos a vender, en los libros que vamos a publicar, en las charlas que se van a hacer".
"Es una apuesta política no tanto retórica sino material. Estamos apostando a promover y difundir una forma autogestiva de producción de libros. Creemos que las editoriales independientes necesitan un lugar como este, que no siempre tienen porque hay lógicas que hacen que esos libros queden relegados. Apostamos a esto. Cuando el presente invita a la quietud, invita a la especulación, a resguardarse y a mantenerse en lo seguro, nosotros hacemos esto. Creemos en esta gente que está produciendo estos libros, creemos en este espacio, y esa es la apuesta", agregó Guiñazu, quien piensa a la literatura como a "un conjunto de sedimentos": "Intentamos rescatar a esos autores que están perdidos. Buscamos un legado que se está borrando, y queremos ponerlo en juego, y lo buscamos también en la nueva literatura. Buscar la literatura más allá de un solo autor, más allá de una sola obra; como un conjunto de legados. Y pensamos, básicamente, en la literatura argentina".
Desde enero, los cuatro flamantes libreros venían acondicionando el galpón para convertirlo en lo que ahora se puede disfrutar. Tienen cursos y talleres previstos a cargo de Jorge Consiglio, Edgardo Scott, Oliverio Coelho, entre otros, además de ciclos de cine y fotografía, y el deseo de destinar un espacio para artes en la librería.
Caburé queda en México 620, San Telmo, Buenos Aires.