Cómo cruzar a través del espejo: leyendo
Recomendados de Sandra Comino
Martes 16 de octubre de 2018
En esta bandeja de novedades delicadamente seleccionadas por la autora de La casita azul nos encontramos con narraciones mamushkas, aventuras oníricas, libros de doble vía y mucho más. ¿Cómo alimentar la imaginación de las niñas y niños? Aquí, algunas opciones imperdibles.
Por Sandra Comino.
En esta selección de novedades compartimos historias para perderse, soñar, saltar, pero por sobre todo descubrir mundos particulares. Cinco libros distintos, que se salen de los lugares comunes que habitan los libros editados para chicos y/o jóvenes, relatos que hacen de lo cotidiano una bella historia capaz de atraparnos y deslumbrarnos.
Perdidos
Julia Rossi – Roberto Cubillas
Comunicarte
Una lagartija ayuda a una hormiga bebé que no sabe regresar a su hormiguero, y las dos emprenden un viaje. Allá van la hormiga sobre la cola de su salvadora, pero de tan mareada que está no puede avisarle que tomaron la dirección contraria. Ahora son dos las perdidas que lloran y un monito que las encuentra. A los saltos intentan salir del lugar pero también se pierden. Y, como si todo lo que les ocurre fuera poco, aparece un ser extraño, muy extraño. Es así que el cuento ingresa en el terreno del relato fantástico y, miedo mediante, aparecen los verdaderos salvadores enmascarados.
Se trata de un mundo simple con un escenario muy colorido y personajes que repiten situaciones que se vuelven acumulativas y divierten a los lectores. Un trabajo de escritura que despierta placer y nos entrega detalles en la resolución de la historia con sorpresas y más sorpresas.
El soñador
Pablo de Bella
Fondo de Cultura
En la tapa hay un jaguar sentado en la cama en el medio de la noche con cara de susto, situación que se continúa y profundiza en la contratapa. Una cama y un espejo antes que comience el cuento, en la guarda, y en el retiro de contratapa completan la información sobre lo que todavía no sabemos ocurrirá.
El Jaguar que duerme en la portadilla nos reitera la temática de este precioso álbum que nos cuenta de un personaje que siempre tiene mucho sueño. Se queda dormido y sueña que se queda dormido, y en ese sueño sueña también que sueña.
Un cuento que es original, donde lo más narrativo es la imagen. Un relato onírico, alegórico, donde el protagonista casi como Alicia cruza el espejo y vive en los sueños aventuras llenas de fascinaciones. Además, este libro es el ganador de XX Concurso de Álbum Ilustrados A la Orilla del Viento.
El papá que se puso toda la ropa
Allan Ahlberg - Katherine McEwen
Loqueleo
Este libro comienza con la presentación de la familia Gaskitt, compuesta por el señor y la señora Gaskitt, Gus y Gloria Gaskitt, Horacio, el gato, la heladera y la radio del coche. En este cuento desopilante el padre comienza su día vistiéndose con muchísima ropa, detalle que cobra sentido al final del relato.
Mientras el señor Gaskitt sufre un atasco en el tránsito camino a su trabajo, el gato se queda viendo televisión en el sillón, la señora Gaskitt también va a su trabajo (es taxista y recoge a alguien en el banco) y los chicos concurren a la escuela. En todos lados surgen contratiempos. La radio transmite algunos hechos. Todo lo que sucede en simultáneo se encadena y se inicia una complicidad con quien lee que va hilando las situaciones en un clima de calamidad sin fin atenuado por el absurdo y el disparate.
Chau, Infancia, chau
Fernanda Carmona - Claudia Maiocchi
Ediciones Abran Cancha
Este es un libro que tiene un formato de derecho y revés. En este sentido se puede leer un cuento, luego si se invierte el libro, en la contratapa del primero está el otro de modo que si se ingresa por el segundo “el otro” se convierte en primero.
Uno es El hada de los cartones y el otro La autopsia del conejo o viceversa. Los cuentos se contraponen absoluta y literalmente. El interés pasa no solo por la escritura sino por la temática y por los dos cuentos que tienen el propósito de conquistar lectores que dejan la infancia. Las razones se pueden leer en los prólogos que escribe la autora.
En uno de los relatos Ricky que va a sexto grado decide hacerle una autopsia al conejo que apareció muerto en el aula. El dueño del conejo es Franco, un chico bastante difícil que apoda, hace bromas pesadas, se “la agarra” con compañeros. El escenario escolar es bastante cercano a muchos reales y el mérito del cuento es el hilo narrativo y la descripción de aquello que sucede, el registro que hace atrapante la narración donde la información está al servicio del misterio.
Lo inesperado también es parte de El hada de los cartones, un cuento (no tan trágico) que habla de la soledad de Rocío ante el cambio en su cuerpo, más precisamente con la llegada de su menstruación. A veces, la magia amortigua recuerdos y situaciones difíciles de un período que a la distancia parece más fácil. Monólogo interior, darse cuenta y enterarse de secretos de su familia pueden desembocar en una pregunta que cada quién responderá según su lectura. La pregunta final que está en los dos cuentos es: ¿y ahora qué?
Solo queda saltar
María Rosa Lojo
Loqueleo
Una casa en Vigo y otra en Chivilcoy. Celia e Isolina salen de España envueltas en luto y esperan conocer a su tío que había probado suerte en las tierras de las manzanas y luego instala un almacén de ramos generales en la provincia de Buenos Aires.
El cuaderno de Celia va desenterrando recuerdos que aparecen en pequeños esbozos mientras una vida provinciana les renueva la esperanza. La vida antes del viaje y la nueva nos trasladan a épocas que prometen a los inmigrantes el afincamiento no sin esfuerzo a aquellos que huyen del franquismo, del hambre, la pobreza y la muerte. El cuaderno de Isolina llega hasta nuestros días con regreso a su tierra natal para cumplir una promesa.
Estas mujeres fuertes nos cuentan sus vidas cotidianas concentradas en dos épocas. La escritura de María Rosa Lojo es una pintura de la vida íntima de personajes que cambian su mundo atravesadas por la nostalgia y la añoranza sin dejar de lado el escenario social y político que atravesarán sus historias.
“En el borde del mundo, en el borde de la vida, solo queda saltar. Esas alas que llevamos en secreto, cuerpo adentro, se abren inicialmente cuando nos atrevemos a caer”.