Una aventura prehistórica en 3D y dos joyas de esta era

_{Por Valeria Tentoni.}

Hay una esquina en la librería en la que se guardan libros y libros especiales y misteriosos destinados a lectores entre 0 y 99 años de edad, quizás 102. En la mesita ratona sobre la que hacen equilibrio, ejemplares de todos los tamaños y colores llegan y se van.

En esta oportunidad queremos recomendar, para comenzar, una apuesta fuerte de Pequeño Editor: Quma y el viento. Sus autores son varios, más precisamente cinco: en texto Diego Salinas Slemenson y Verónica Arcodaci, quien también ilustra junto a Iván Stur, Javier Ignacio Luna Crook y Lucas Timerman. Su protagonista es uno: Quma, un niño argentino que habitó nuestras tierras hace miles de años, más precisamente 12000. 

La aventura tiene héroes y enemigos, por supuesto. Las enemigas son diminutas pero imposibles de erradicar: las hormigas, que se comen los frutos tan preciados en esa era. El pequeño héroe es el propio Quma, que casi por error descubre un modo de atacarlas y así defender los cultivos. Entre una cosa y otra, el pequeño cruzará grandes montañas montado a un gliptodonte y se encontrará con animales que ya no existen: megaterios, mastodontes y toxodontes. También con algunos que resistieron hasta nuestros días en la región pampeana, ¡todos estos años!

Para poblar y ambientar esta historia, los escritores se basaron en investigaciones científicas en geología, paleontología y arqueología. El efecto en tres dimensiones de las ilustraciones potencia esos hallazgos y los vivifica, a la vez que actualiza la conciencia de que este mundo de pantallas, novedades y brillos en el que estamos hoy en día es en verdad muy muy viejo y ha pasado, ya, por muchas muchas cosas.

La segunda recomendación se llama Un coso y viene de la mano de Limonero. La escribieron Santiago Craig, también autor de libros para adultos como Animales y Castillos, y Pablo Bernasconi, autor de clásicos como Cuero negro, vaca blanca e ilustrador de tantos otros como Zapatero pequeñito, con María Teresa Andruetto.

Aquí también Bernasconi hace dupa explosiva, y con Craig entregan un libro agujereado, un juego de espejos y espirales en el nonsense de definir y retrucar la consistencia de un "coso".

La materialidad de esta entrega es prodigiosa: un bellísimo libro objeto para atesorar y visitar una y otra vez.

La tercera recomendación se llama ¡Silencio! y está protagonizada por el Señor Martín, que es adorable y al que solo le importa que nadie haga ruido mientras lee su diario y toma su merienda. Abre las ventanas para callar a los vecinos y cierra las puertas para quedarse solo, tan solo que en cierto momento no soporta ni siquiera su propia respiración. Pero allá afuera hay autos, marchas, carnavales y perros... Así que busca una solución drástica. 

De las francesas Céline Claire y Magalí Le Huche -quien ya había publicado antes Héctor en este mismo sello, Pípala, y lo había convertido en uno de los más vendidos de su catálogo-, ¡Silencio! es una historia simple y extraordinaria de conversión y compasión, de humanidad. Poco texto y colores, también, aplicados con precisión; las ilustraciones son de una enorme y tierna expresividad.