Casi en ebullición
David Vilñas
Lunes 12 de junio de 2023
Martín Kohan recuerda a su maestra Josefina Ludmer, que a su vez recuerda a su maestro David Viñas.
Por Martín Kohan.
Tratándose de David Viñas, no habría habido homenaje en una jornada de homenaje formulada bajo un carácter de tal. Fue una jornada de lecturas críticas, revisiones y discusiones, en las que la admiración en todo caso se expresó sin suscitar eso que el propio Viñas habría recelado bajo la fórmula de “la comunión de los santos” a la que solía recurrir. Esa jornada se llevó a cabo en la Biblioteca Nacional en octubre de 2012, y la propia Biblioteca edita ahora las intervenciones que la integraron en un volumen titulado David Viñas, el último argentino del siglo XX.
Entre esas intervenciones, hay una de Josefina Ludmer en la que lo reconoce como su maestro en la crítica literaria y lo evoca en el tiempo en el que ella misma era estudiante y Viñas viajaba desde Buenos Aires a dar clases en Rosario. Ludmer recupera ese tiempo: “David llegaba los viernes a Rosario, a una Facultad de Filosofía y Letras joven y de jóvenes, casi en ebullición”. Y a continuación agrega: “Nos daban clases los viernes a la tarde y los sábados a la mañana. Y de esos sábados recuerdo como entre sueños las clases de Introducción a la Historia de Tulio Halperín. Como entre sueños, porque los viernes a la noche las chicas de Letras de Rosario salíamos a cenar con los profesores y tomábamos un vino blanco seco que nos ponía en las nubes y que se llamaba en alemán ‘Leche del pecho de la amada’. Los romances proliferaban –yo me casé con uno de esos viajeros”.
Años después, en Buenos Aires, Josefina Ludmer iba ser mi maestra en la crítica literaria. Me conmueve, por lo tanto, leerla y contemplarla así, como discípula; que diga “las chicas de Letras” con un tono que remite a “las chicas de Flores” de Oliverio Girondo; me conmueve en esa evocación, como dicha personal y a la vez como clima de época, esa potencia de libertad que transmite.