Achímpalo si puedes
Lunes 04 de enero de 2016
Una antigua palabra ya olvidada llena de disparates y asociaciones libres la vida de los personajes de Achimpa, un libro infantil escrito e ilustrado por la portuguesa Catarina Sobral (Ed. Limonero).
Por Coni Salgado.
Un limonero que da limones también puede producir libros bellísimos. La joven editorial independiente Limonero publica libros ilustrados en ediciones de calidad. Uno de sus libros destapa la curiosidad desde el título: Achimpa. Su autora es la destacada ilustradora portuguesa Catarina Sobral.
Una antigua palabra ya olvidada es descubierta por dos investigadores en una biblioteca. La nueva vieja palabra es noticia; sin embargo, nadie sabe cómo aplicarla. "Achimpa" llega, y de boca en boca, todos opinan sobre ella. La palabra invita a la asociación libre: el relato es disparatado y verosímil. Atraviesa todos los formatos gramaticales volviéndose objeto, acción, descripción y expresión. Sencillamente da ganas de pronunciarla.
En ese hilo conductor por el que nos lleva la narración existe un encantador ensamble cuya protagonista principal es la palabra.
La gente, encantada, comenzó a usar la nueva palabra como verbo.
- Mamaaaaaaá... se quemó el pastel.
¡Achímpalo!
La palabra conquista las calles, atraviesa la ciudad, barrios, negocios, famosas librerías. Y hasta llega al Parlamento. Cuando llega el descubrimiento mayor y aparece la respuesta que da explicación al, el libro se vuelve cíclico y remata con picardía, apostando por más imaginación y disparate.
Y fue un desastre.
Todo el mundo decía achimpa cuando y como se le antojaba.
La palabra se usaba como pronombre, conjunción, interjección...
...¡e incluso como preposición!
- ¿Dónde está el control remoto?
- Creo que lo vi achimpa de la mesa.
Las ilustraciones en lápiz o crayón de aparente simpleza simulan un trazo infantil, pero en los rostros se nota un gran talento de la autora. En el desperfecto de la perspectiva hay un estilo único, nada liviano y rico en detalles. Desestructurado. Novedoso. Una fusión entre caricatura y animación ilustrada.
Sinceramente, pienso que se trata de un libro ilustrado achimpadísimo. Quizás, un poco achimposo. Sin dudas, lo disfruté achimpadamente.
Catarina Sobral nació en Portugal, es autora e ilustradora. Después de estudiar Diseño Gráfico, se graduó en Ilustración en 2012, cuando comenzó a trabajar como ilustradora independiente. Aunque no trabaja con una sola técnica, sus ilustraciones recaen casi siempre en una paleta limitada de colores, explorando la mezcla de texturas y patrones en imágenes ricas y bidimensionales; también ha experimentado con grabado y cine de animación. Ha ilustrado seis libros desde 2011 y escrito cinco de ellos. Su trabajo ha sido publicado en países como Portugal, Brasil, Francia, Italia, Suecia, Hungría, Alemania, Argentina y Corea del Sur, y ha sido elogiado por la revista 3×3, el catálogo White Ravens, y exhibido tanto en exposiciones individuales como colectivas. En 2011, ganó una Mención Especial del Premio Nacional Portugués de Ilustración con su libro Greve. Al año siguiente fue seleccionada para la exhibición de país invitado de honor en la Feria del Libro de Boloña. Sus ilustraciones han sido seleccionadas para el Catálogo de Ilustradores de Bolonia, y ganó el Premio Internacional de Ilustración que otorgan en conjunto la Feria del Libro Infantil de Bolonia y Fundación SM.
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