"Desconfío de lo que escribo"
Irene Gruss & Rita Cortese
Miércoles 06 de abril de 2016
El primer encuentro del ciclo de entrevistas a poetas del Centro Cultural de España en Buenos Aires, "La poesía era un bello país", tuvo como primera dupla a la autora de Humo y a la actriz de Relatos salvajes.
Nota y foto Valeria Tentoni.
"Pensábamos que iban a ser cuatro. Gracias por venir", dice la autora de La pared para abrir, a días de viajar a Estados Unidos para participar del PEN World Voices Festival. Y advierte: "Esto va a ser un dueto".
La sala está llena, y muchos de los asistentes parecen o son jóvenes. Rita Cortese e Irene Gruss vienen de la calle. Entran juntas, conversando. Una le quiere dar paso a la otra; primero usted, primero usted, primero usted. Miden, prácticamente, lo mismo. Se mueven de manera parecida. Las dos avanzan con fuerza, pero livianas; no se dan importancia, no se sientan de frente a ese auditorio con solemnidad. Cierto sentido del humor, cierta sensibilidad las hermana. Estamos como ante la intimidad de una mesa de café entre dos amigas.
Es el primer episodio de un ciclo que comienza en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, "La poesía era un bello país", nombre prestado del de una antología de Jorge Aulicino. Y Aulicino, ese hombre capaz de traducir La divina comedia, está ahí, escuchando, entre el público, junto a Mercedes Álvarez e Ignacio Di Tullio, los coordinadores.
Es un ciclo de entrevistas a poetas, pero termina por desfigurarse, por la naturaleza de los elementos del binomio, en conversación de pares. Cortese le pregunta a Gruss, Gruss le pregunta a Cortese: ¿Cómo es escribir un poema? ¿Y cómo es actuar la letra que escribió otro? ¿De qué orden es tu vida doméstica? ¿Y la tuya? La autora de Entre la pena y la nada consigue, incluso, que su compañera de mesa cante a capella. Rita Cortese, además de una de las actrices más importantes del país, es cantante. No canta un tango, como suele hacerlo; prefiere un bolero. Su voz rebana el silencio, de repente, en el micrófono. Podemos sentir cómo se nos eriza el corazón. También antes, y después, cuando Irene lee sus poemas con esa cadencia lenta, suave, respetuosa de la pausa, respetuosa del trabajo con la palabra. También antes, y después, cuando Cortese recita los poemas de Gruss.
Son dos versiones de un mismo texto, dos relieves sonoros para líneas idénticas. Se oye un libro bilingüe:
"Rita Cortese es una gran lectora de poesía. Hoy en día son pocos los actores que persisten y leen. Rita es una de ellas", dijo Gruss, quien reconoce entre sus referentes a la estadounidense Emily Dickinson: "Tiene un poder de síntesis que me llega a espeluznar".
"Yo adoro la poesía. Me parece la síntesis más importante que hay. Es tener el alma en suspenso. Para mí es el arte por naturaleza. Pero me pasa algo con los poetas, y es que no me puedo imaginar su cotidianeidad", respondió la actriz, y contó que la primera vez que la escuchó en vivo a Gruss fue en Puan, en una mesa que compartió con Juana Bignozzi. Para Gruss, lo que se hace, ante un poema, no es entender. Sin embargo, sí se le pueden y deben hacer preguntas al texto: "Yo desconfío de lo que escribo". Cortese lo equiparó al movimiento de duda al entrar a un escenario: "La pregunta es para qué. El escenario tiene que ser un lugar de incomodidad, no de comodidad".
Al cantar, respondió ante la pregunta de Gruss, se siente más libre que al actuar. Aunque, como intérprete, esté ante palabras que también son de otro. La conversación sobre el problema de la composición continuó hasta el final:
—Parece una cursilería, pero si no estoy inspirada no puedo escribir. Hay poemas que los elaboro mentalmente, y puedo estar diez años sin escribirlos. Y hay otros que salen de un tirón.
—¿Por qué creés que pasa eso?
—Porque a la idea hay que pulirla. No solo la idea de lo que se dice, sino también la idea de la forma, que es fundamental, suele empezar siendo una galleta. Hay que desenmarañar la galleta, y hasta que no esté claro en la cabeza, no sale bien.
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El ciclo continuará el próximo 3 de mayo a las 19 en la sede de Paraná 1159 del CCEBA con la dupla María Negroni y Gabriela Borrelli Azara. La entrada es libre y gratuita.
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