Las ilustraciones en los libros: ¿fusión o complemento?

_{Por Sandra Comino.}

La convivencia de los dos lenguajes, texto e imagen, por un lado es una búsqueda para ampliar la franja de lectores. Por el otro, le suma a la historia el deleite de demorarse en las imágenes. Muchas veces nos dejamos encasillar y asociamos libros ilustrados con libros para chicos chicos. Por suerte, y gracias al tiempo que lleva la edición del libro álbum en Argentina, se habilitó un espacio para novelas y cuentos ilustrados. Algunos rescatan el texto clásico, fantástico o tradicional renovado por la imagen. En otros, la ilustración aparece acompañando textos originales.

Todos conforman una literatura editada para chicos y jóvenes (es imposible ignorar la intención del mercado) pero que pretenden, con mucha justicia, acaparar además a lectores adultos, aquellos que no les temen a las etiquetas y mucho menos a los libros con imágenes y pueden sumergirse en el disfrute y desterrar prejuicios.

Las flores de hielo

Perla Suez / Claudia Legnazzi

_Comunicarte

En una aldea cercana a Odessa vivía un pescador que tenía un hijo llamado Aczel. En épocas de zares las penurias aumentaban, pero el pescador se defendía atrapando arenques en su red y vendiéndolas en el mercado”. Así desde el primer fragmento de este cuento Perla Suez despliega un relato que nos sumerge en tiempos lejanos a orillas del Mar Negro. Todos están tristes porque el zar había reprimido a obreros y murieron amigos. Por ese motivo el joven Aczel, hijo del pescador, quiere suspender su boda arreglada con Bruria, a quien no conoce, que vive a orillas del Drina, pero no lo consigue. Sin embargo, ocurre algo que lo hará huir y para cancelar la boda deberá juntar firmas de noventa y siete rabinos. Los años, las ciudades y las persecuciones pasan por la vida de Aczel y las flores de hielo lo esperan para que retome su camino.

Con el tono del relato oral y poesía en el lenguaje Perla Suez cuenta una parte de la vida de Aczel que nos lleva a una geografía entroncada en un pasado histórico. Claudia Legnazzi potencia y embellece ese registro como orfebre que crea escenarios para destacar climas y contarnos más acerca de los personajes.

Carmilla

Joseph Sheridan Le Fanu y Ana Juan

_{Fondo de Cultura Económica}

Laura vive con su padre en un castillo en Estiria y el recuerdo de un episodio que le sucedió a los seis años la marca para siempre. El castillo está en un lugar “extremadamente solitario”. Una tragedia frustra una visita y después de un extraño incidente una huésped inesperada se queda en el castillo un tiempo.

La extraña joven se llama Carmilla y quien narra es Laura, que nos hila hechos raros que recuerda con horror a pesar de los años que han pasado. El miedo y la melancolía de Laura se contraponen al enamoramiento y el apego de Carmilla, una mujer vampiro, que esconde una tenebrosa historia. La creencia de una enfermedad y una sucesión de imprevistas situaciones van construyendo esta novela gótica escrita por Joseph Sheridan Le Fanu en 1872, veinticinco años antes que Drácula, novela con la que comparte similitudes.

Ana Juan no solo renueva la historia con las ilustraciones sino que le da el toque tétrico con una belleza que traspasa la atmósfera lúgubre y refuerza el clima de misterio.

Las tribulaciones de un chino en China

Julio Verne y Emilie Fiala

_Unaluna

El joven Kin Fo infeliz, según su consejero filósofo Wang hasta que conozca la infelicidad, va a Cantón a ver amigos de la adolescencia. Kin Fo, huérfano desde muy joven, regresa a Shanghai, pierde su fortuna y contrata un seguro mientras planifica su propia muerte. Cuando va a concretar su plan, cambia de idea y le dice a Wang que tiene que ejecutarlo seis días antes de que expire su póliza. Y es terminante con tal pedido.

Surge otro cambio y Kin Fo ahora no quiere morir pero Wang desapareció. Kin Fo entonces comienza la búsqueda, sin demasiado tiempo y atraviesa varias provincias de la China. Finalmente se encuentran pero Wang no sabe (y no cree) en el cambio de Kin Fo.

Ilustrada por Emilie Fiala, esta novela de Verne aparece en una versión adaptada por Hélène Férillis con extractos del original en cada capítulo. La mayoría de las novelas de Verne que escribe entre 1864 y 1906 aparecieron en el Magasin d’éducation. Las tribulaciones de un chino en China -que es de 1879- además, fue publicada en forma de folletín en periódicos para adultos. Los libros de Verne se imponen en dos géneros, la literatura infantil y la novela popular aunque, como dice Marc Soriano, toda su obra desborda el género infantil.

El teatro de sombras

Michael Ende y Friedrich Hechelman

_{Todos distintos}

Ofelia vive en una ciudad chica y vino al mundo hace muchísimo tiempo. La llamaron así en homenaje a un personaje de teatro y en la pequeña ciudad había un precioso teatro. Gracias a su voz muy bajita Ofelia les soplaba la letra a los actores, escondida atrás de una caja y el público no la oía. Ella sabía la letra de todas las comedias y tragedias y pasó su vida trabajando de eso. Hasta que el teatro cerró y la despidieron. El último día cuando terminó la función vio una sombra. Una sombra sin dueño. Y Ofelia que estaba muy sola la invitó a vivir con ella. Pero al parecer hay varias sombras que no son de nadie y entonces Ofelia las empezó a juntar… tuvo tres, cuatro. siete … Ofelia les enseña letras de obras de teatro. Sin embargo, aunque sus vecinos no ven las sombras sospechan que algo fuera de lo común ocurre y “a la gente las cosas fuera de lo común no le gustan”. Ofelia se tiene que marchar. Hasta que un día encuentra una sombra que es distinta y la envolverá para llevarla a un lugar donde se develarán los secretos de las otras. Un cuento que habla de la muerte desdramatizándola con unas ilustraciones realistas, melancólicas y bellísimas de Friedrich Hechelman, artista alemán, formado en Viena.

Michael Ende (1929-1995) es el autor de este cuento y también de Momo, la historia interminable, entre otros libros considerados clásicos de la literatura para chicos.