Por Ariel Magnus.

Matemática del éxito y el fracaso

El hijo de M. llega llorando de la escuela. Desaprobó un examen de matemáticas y ahora siente que es un fracasado y hace todo mal. M. lo consuela explicándole que fracasado no es aquel al que le sale todo mal (“Ese es un exitoso del fracaso, hijo, alguien que se jacta de su ruina”), sino aquel que, habiendo intentado sin éxito lo que le gusta, acaba haciendo lo que no, y triunfa. “Si a vos no te gustan las matemáticas, ¿de qué te preocupás? Nadie fracasa en lo que no le importa tener éxito.”

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La huida

Estaba a punto de dormirse sentado cuando oyó el ruido, se paró volteando la silla y salió a los tropezones por la puerta trasera. Caminó sin detenerse hasta que el piso se hizo de tierra y las casas empezaron a espaciarse; al amanecer ya se encontraba en campo abierto. Todo el día siguió avanzando a la vera de la ruta, el cuello del impermeable levantado y la cabeza hundida entre los hombros. Caía la noche cuando llegó a una posada y pudo sentarse a comer. Estaba a punto de dormirse (con el cigarrillo encendido) cuando oyó el ruido.

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Paquetes

M. admira los inventos menores, entre ellos y con especial fruición el de la cinta, generalmente roja, que rodea los paquetes, por ejemplo de galletas, facilitando su apertura rápida y prolija. Por eso, cuando ve a uno de esos inadaptados arrancando el plástico de cualquier manera, se pregunta qué sentirá el genial creador (supone que japonés) ante esta prueba de la ceguera y la terquedad humanas. Su tesis es que el oriental concibe el cerebro de los hombres como paquetes de galletas para los que todavía nadie inventó el hilito rojo que permita abrirlos de forma rápida y prolija.

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Escribir novelas es como vivir: gran parte del tiempo se pierde en hacer cosas que uno preferiría que las resolviese otro.

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Que los hombres en el fondo somos todos iguales se nota precisamente en nuestra ansia por diferenciarnos el uno del otro.

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Si creo haber buscado bien algo que no logro hallar, pero que algún otro sí encuentra, ¿lo mío fue una falla de búsqueda o de fe?

_{Los textos que leemos fueron tomados de Seré breve (cien cuentos escuetos) de Ariel Magnus. Interzona, Buenos Aires, 2016.}