Nueve preguntas a Mauricio Koch
Cuestionario fijo
Martes 14 de marzo de 2023
Ganador del Premio Nacional de novela por Baltasar contra el olvido, hoy responde nuestras preguntas de siempre.
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Posiblemente sea un colectivo de lata que me regaló mi abuela Ernestina cuando tenía ocho años. Ella vivía en Formosa, mis padres y yo en Entre Ríos, nos veíamos muy poco. Casi siempre era ella la que iba a visitarnos, cada dos o tres años. Llegaba con plantas para mi mamá y algún regalo para mí. Yo atesoraba esos regalos. Recuerdo una minicalculadora, una medallita de plata con la imagen de Ceferino Namuncurá y ese colectivo rojo de lata, de origen chino. Jugaba con él, pero siempre con mucho cuidado. Tanto, que mientras el resto de los juguetes se fue diluyendo hasta desaparecer incluso de mi memoria, el colectivo resiste en una repisa. Cada tanto lo saco y doy una vuelta.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
El orden alfabético, de Juan José Millás. Es un libro que leí a los veinte años, y que no volví a leer, quizá por temor a decepcionarme. Hay libros que releo todo el tiempo, pero de otros prefiero quedarme con el recuerdo, incluso con la sensación física que me sobreviene cuando pienso en ellos. En este caso el de un mundo hecho de palabras que se desestabiliza cuando algunas letras empiezan a perderse. Las posibilidades de juego y de generar humor e intriga a partir de la morfología de las palabras me pareció fascinante y me abrió un mundo nuevo como lector. Creo que mis textos (al menos los que escribí hasta ahora) no van por esa línea lúdica, pero sí me gustaría provocar en los lectores el hechizo, la fascinación y las ganas de que el viaje no termine nunca que ese libro de Millás provocó en mí.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo mejor, una posibilidad. La posibilidad de construir artesanalmente un pequeño espacio y transmitir mi señal desde ese rincón. Un hábitat, un lugar donde estar solo y cada tanto recibir gente querida.
Lo peor creo que tiene que ver con el centralismo porteño, o con ciertos espacios a los que hay que pertenecer para tener visibilidad, y que están en Buenos Aires. Una cuestión que no parece modificarse ni con el avance de la tecnología y sus posibilidades. Y que cansa, produce resentimiento, olvidos e injusticias varias. Pero confío también en el buen lector que percibe esto y elige sus lecturas sin dejarse condicionar por la vidriera de las modas o las reseñas miopes o exageradas.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
Las pequeñas virtudes, de Natalia Ginzburg. Porque no falla. Hay que ser muy insensible para que no te guste ese libro.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Es una oscilación constante entre In utero de Nirvana, Con el paso del tiempo de José Luis Perales y Balas y chocolate de Lila Downs.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
Este fin de semana, en Zavalla, provincia de Santa Fe, en el cielo del atardecer, después de una lluvia largamente deseada. Todos los azules y grises, y una luz blanca que se alejaba.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Con Daniel Moyano.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
¿Uno solo? El Evangelio según Jesucristo, de José Saramago.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?