Nueve preguntas a Eliana Madera
Cuestionario fijo
Lunes 26 de noviembre de 2018
Eliana Madera nació en Carlos Casares en 1985. Estudia Artes en la UBA y publicó cuentos en revistas y antologías. 17 kilómetros (Metalúcida) es su primera novela.
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
La foto de casamiento de mis abuelos, en su marco original y coloreada a mano. No sé en qué año fue tomada, pero estuvo más de 50 años colgada en el cuarto de ellos hasta que mi abuela me la regaló cuando me mudé.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
La hora de la estrella de Clarice Lispector. Al leerla sentí que Lispector había comprendido algo sobre el sentido de la vida y que, de algún modo, lo estaba dejando entrever. Es un libro que aparenta ser muy simple pero que tiene distintos niveles lectura, hay capas de sentido muy profundas, frases al pasar que, para mi, contienen el significado de toda su vida o al menos intentan elaborarlo. Después de leerlo, me enteré que era el último libro que había escrito.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo mejor fue un espacio en blanco. Una posibilidad de pensamiento y de reflexión ajena a la lógica que rige el mundo. Es un pensamiento que mientras se produce está suspendido en el tiempo y el espacio, y eso te da una libertad que pocas veces se experimenta en otras ámbitos. También da vértigo e insegurdad. El miedo que te paraliza a la hora de escribir es lo peor, pero no es literatura.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
Estupor y temblores de Amelie Nothomb. Fue un descubrimiento literario para mí. Era relativamente chica y con ese libro comprendí que la complejidad y la profundidad no van siempre de la mano. Hay ideas complejas o profundas que al simplificarse pierden contenido, pero también hay construcciones rebuscadas que no tienen contenido alguno, son puro palabrerío. José Watanabe, el poeta, es un claro ejemplo de que lo simple puede ser profundamente complejo.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Es una playlist fuera de control. A diferencia de lo que me sucede con los libros, siempre tengo a mano un libro que responde al estado emocional con el que quiero leer, con la música no encuentro las canciones en el momento que las necesito. Llegan unos días después y las abrazo, pero casi como una despedida.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
El celeste de los ojos de mi abuela. Es un azul-celeste que varía con el tiempo. Cuando era chica, con ella decíamos que sus ojos eran como esos gallitos del clima que te traen de la costa. Teníamos uno en la ventana de la cocina y cuando llovía se ponía violeta. Con el buen tiempo estaba rosa y si se nublaba quedaba azul. Cuando los ojos de mi abuela están azul oscuro son más lindos que el mar.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Hasta un tiempo, te hubiera dicho que con Simone de Beauvoir. Es una de las escritoras que más admiro, me encanta toda su obra pero en especial el primero de los libros de su biografia: Memorias de una jóven formal. Hoy, en cambio, tomaría aunque sea un café con Liliana Bodoc. Nada quisiera más que volver a darle un abrazo.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
Once tipos de soledad de Richard Yates. Si la persona que lo tiene lee esto, quiero que sepa que es un libro hermoso, que mejor lo lea.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?
Me mudé en febrero, pensé que por fin había ordenado la biblioteca con criterio. No encuentro nada, quiero recuperar mi desorden original, así que la dejo ser.