Nueve preguntas a Carolina Sanín
Cuestionario fijo
Martes 16 de junio de 2020
Crédito de foto: Federico Bottia.
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Hasta hace poco tuve una camiseta de rayas de colores, que compré o alguien me dio cuando tenía nueve o diez años. A veces dormía con ella. No me quedaba grande cuando yo era chica, y no me quedó chica cuando crecí. Es una camiseta misteriosa, que fue creciendo conmigo. Hace un par de meses se la regalé a mi hermano, que cuando éramos niños la envidiaba y me la robaba para ponérsela. Aunque él es mucho más alto y ancho que yo, cuando se la di también le quedó como si fuera de su talla.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
Hace mucho tiempo leí una obra de teatro de James Joyce que se titula Exiles. La saqué de una biblioteca, cuando era estudiante, y nunca he vuelto a ver ninguna edición. Cuando la leí, me dio fiebre y estuve tres días en cama, medio delirando. Tenía un virus, pero sentía que el texto me había puesto en ese estado. No lo recuerdo mucho, salvo que hablaba del delirio del deseo y de los celos. Se me ocurre querer que leer mi último libro, Tu cruz en el cielo desierto, sea así para alguien. En cuanto a Somos luces abismales, quisiera que su lectura se sintiera como yo sentí la de los poemas de Animal de fondo, de Juan Ramón Jiménez.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo peor, amigos suspicaces. Lo mejor, amigos de otro siglo.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
la Vida nueva de Dante. A varios amores, para decirles que tanto así los quería yo.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Creo que no suena música en mi cabeza, o que no la sé escuchar, lastimosamente.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
Son muchos. El gris del cielo muy cargado, antes de la lluvia, que hace confundir las distancias y hace que parezca como si el cielo no existiera. O el verde de un bosque de Galicia, que parecía líquido, como aceite. O el blanco de un ópalo, que extrañamente era a la vez brillante y lechoso, y del que de repente salían destellos rojos que se volvían azules y amarillos y todos los colores parecían el mismo. Y el púrpura de algunas vestiduras religiosas.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
No quisiera tomar ningún taller literario. O quisiera tomar uno de los míos, para hacer los ejercicios que les propongo a los participantes, y que a veces me propongo hacer pero no hago nunca. Y para poderme corregir con perspectiva, desde fuera de mí. Pero la pregunta era con qué escritora que no pise el mundo de los vivos. Entonces, conmigo cuando me haya muerto y a lo mejor sepa algo que ahora no sé.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
No recuerdo, porque no creo que haya prestado los únicos que no quiero perder, que son los que he anotado mucho y que están tan rayados que sería incómodo para otro leerlos.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?
Está ordenada según la lengua original en la que fueron escritos los libros, pero también están separados los libros de ficción y poesía de los de no ficción. Se supone que dentro de cada sección hay un orden alfabético de autor. No es un orden muy creativo, pero se desordena pronto (lo cual tampoco es creativo, así que el “pero” es injustificado).