Nueve preguntas a Brenda Navarro
Cuestionario fijo
Martes 11 de octubre de 2022
Nacida en Ciudad de México en 1982, la escritora, socióloga y economista es autora de las novelas Casas vacías y Cenizas en la boca.
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Esta es una pregunta tristísima porque hace más de 7 años que salí de México con apenas y lo necesario y me deshice de todas mis pertenencias, quizá lo más antiguo, -y no lo es tanto- es un libro de mis padres titulado Los hijos de Sánchez, editado en 1961 y escrito por Oscar Lewis, es tan viejo que tiene las páginas amarillas. Pero no es viejo por los años, sino porque está usado, reusado y vuelto a usar. Es un libro que me marcó como persona y con el paso de los años, también como escritora.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
Lengua Materna (Anagrama, 2001) de Chan-Rae Lee es un libro que no tiende a ser emocional y sin embargo, cuando terminé de leer la última página me puse a llorar. Yo no quiero hacer llorar a nadie con mis libros, pero sí que ese querer a sus personajes y a veces odiarlos un poco porque algo de elles te refleja, es lo que busco en la literatura. Ver al mundo a los ojos es un inmenso regalo que este libro me dio.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo mejor: La oportunidad de conocer otros puntos de vista, otras formas de habitar el mundo. Puedes leer a cualquier escritor o escritora del mundo y es conversar con algo que no eres y eso es magnífico.
Lo peor: Esta vorágine de novedades que hace que muchos libros se pierdan en el maremoto comercial me desespera porque estamos dejando que la lógica voraz permeé en la forma de leer, ahora consumimos libros y para mí los libros son una conversación que te lleva a otra y luego a otra y luego a otra, no podemos conversar si nos tumba la ola de novedades.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
Tuve una obsesión muy grande con La inmortalidad de Milan Kundera. Me gusta mucho lo que él plantea en el libro, ese querer morir a solas, ese entender que no hay posterioridad, que todo se desvanece, ese entender que el cuerpo envejece pero que las ideas se vuelven más nítidas y te permite ser más determinante y segura cuando ves a la muerte de frente, era algo que me interesaba mucho compartir. Se lo regalé a amigas y a mi actual esposo, así es como lo enamoré. Algo así como: ¿Che, hablamos de inmortalidad en la primera cita?
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Definitivamente como I'm Wide Awake, It's Morning, el sexto álbum de la banda estadounidense Bright Eyes. Quiero creer que soy una mezcla de deseo, imaginación y rabia y eso siento con este disco al que vuelvo constantemente.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
El color apiñonado de la piel de mis dos hijas al nacer. Ese color nuevo con olor a humanidad fresca, inocente, indefensa, uf. Imposible igualarlo e imposible volverlo a ver.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Con Zora Neale Hurston, tremenda señora. Qué rabia no haberla conocido. Y por supuesto con Wisława Szymborska, mi poeta favorita.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
Señales que precederán al fin del mundo de Yuri Herrera, todavía me acuerdo y me da enojo. Si esa persona se topa con esta entrevista lo único que puedo decirle es: ¡devuélvemelo, es mío!
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?
Pretendía ordenarla por fechas y temáticas pero ahora mismo es un desastre, ya en navidad la pondré en orden. Espero.