New Kids on the Block
Recién llegados
Jueves 12 de enero de 2017
Cinco opciones para los que buscan material en la bandeja de entradas a la librería, las apuestas de Alto Pogo, Galerna, Blatt & Ríos, De la flor y Factotum.
¿No sabés qué leer? Acá, cinco recién llegados a la mesa de novedades que podían acompañarte en el centro del calor.
La historia hipnótica de Aldo Giacometti, el trabajo de Nicolás Mavrakis alrededor de Houellebecq -quien visitó Buenos Aires hace no tanto y hasta posó con el ejemplar y su autor- o el gran tomo de Osvaldo Aguirre dedicado al humor gráfico argentino disidente (otro profundo trabajo de investigación) podrían interesarte. O más ficción: la "historia con la atmósfera de los VHS de los años 80" que publicó Factotum, o la novela de Julieta Antonelli que sacó Alto Pogo.
HM
Aldo Giacometti
Blatt & Ríos, 84 páginas
En Hm el tempo del relato es hipnótico. Al principio está la situación límite a la que se enfrenta Narciso y después están las aventuras que emprenden el espíritu de Narciso y la novia de Narciso. Aventuras que incluyen un viaje a caballo por la ciudad a través de algunas avenidas de Buenos Aires y después por la autopista y el campo. Podría tratarse de lo que uno experimenta adentro de un sueño, pero lo que Aldo Giacometti pone en juego son los nobles mecanismos de la ficción, que en compañía de una imaginación desbordante se atiene a las pautas que el relato propone. Hm hace que las posibilidades de la escritura se multipliquen sin fin, esa es su ambiciosa apuesta; y el rigor con el que la lleva a cabo hace que el lector quede atrapado en el texto y que sea el texto mismo el que después nos devuelva al mundo para volver a leerlo y volver a quedar atrapados.
La vanguardia perdida
Osvaldo Aguirre
Ediciones de la flor, 240 páginas
Este libro de Osvaldo Aguirre es una maravilla. Como sucede a veces con las felicidades plenas, lo habíamos soñado. “En los sueños comienzan las responsabilidades”, escribió el filósofo Delmore Schwartz. Bien: lo soñamos juntos y lo realizó Osvaldo, una persona, un señor escritor e investigador responsable, alguien en quien se puede confiar. Siempre, incluso confiarle los sueños.
Juan Sasturain
A morir
Broemmel & Castagna
Factotum, 152 páginas
Broemmel & Castagna trabajan en un cyber. Un inframundo que atrae adolescentes compulsivos, solitarios de mirada turbia y dealers hacia la luz titilante de las pantallas. En ese rectángulo de paredes despintadas y fachada decadente, la desaparición del cliente principal transformará sus vidas en una novela de detectives alucinógena.
Una historia con la atmósfera de los VHS de los años 80, atravesada por teorías conspirativas sobre invasiones alienígenas que laten bajo los mostradores de restaurantes chinos. Aparecen cenicientas cumbieras con ratones como escuderos que corren por sus vestidos en plena pista de baile, motoqueros que queman llantas citando a Byron y Pappo, mujeres fatales escapadas de un videoclip de Babasónicos y adictos que transitan el calvario de la madrugada. La trama se mueve entre nubes de brillantina, estaciones de servicio espectrales y escritores del indie porteño.
Como Burroughs y Kerouac, Borges y Bioy o Phillip K. Dick y Roger Zelazny, en A morir Christian Broemmel y C. Castagna siguen la extensa tradición de escritores amigos que se juntan por el placer de imaginar y escribir. Y, en el proceso, construyen un adoratorio. Un lugar para invocar el placer de las primeras lecturas, el asombro del cine que lleva lejos y el encantamiento de la literatura.
Iván Moiseeff
Tierra del fuego
Julieta Antonelli
Alto pogo
Una joven estudiante de biología emprende un viaje a Tierra del Fuego para trabajar en un museo con restos de cetáceos. Su novio naturalista se interna en Misiones para trabajar con el loro vinoso. La separación, la lejanía y el aislamiento repercuten en la relación. Ella, joven e inexperta, pero con avidez por aprender, será testigo de acontecimientos rayanos al realismo mágico y será, también, receptora de los relatos de cada uno de los personajes que irá conociendo en su viaje.
Con una voz narrativa minuciosa, Julieta Antonellli hace un relevamiento de la condición humana: la amistad, el amor, los secretos, las traiciones. Seres que escapan de alguna historia desdichada y se internan en la zona inhóspita del fin del mundo a buscar un destino que les es negado. Juana vivirá junto a todos ellos días maravillosos y crueles que la cambiarán para toda la vida.
Houellebecq
Nicolás Mavrakis
Galerna, 157 páginas
Houellebecq sostuvo desde el comienzo una crítica al cinismo moral y estético de sus contemporáneos "a la hora de hablar de la humanidad" (a través de un realismo cínico acoplado, siempre, a la pregunta por la experiencia sensible: ¿qué hay de las interrogaciones filosóficas, se pregunta a falta de un mejor término Houellebecq, más allá de la vida pura y simplemente material?) y no tardó en trasladar esa brecha hacia su propia relación con el resto de Francia, un país con el que, por otro lado, mantiene una relación de usuario antes que ciudadano. Pero si la del usuario es la forma de estar en el mundo más adecuada para el mercado -y la provocación mediática la más eficiente como usuario del mercado literario-, en contraste existe también un ethos -"la única superioridad que conozco es la bondad"- dice Houellebecq- con la firme aspiración de trascender cualquiera de los sistemas de jerarquías basados en el utilitarismo tecnológico. Incapaz de obedecer e incapaz de mandar, el parásito sagrado obersva el Zeitgeist de su época.