Nacida en Olivos en 1956, es autora de más de 80 libros publicados, entre los que figuran Cuentos y chinventos (Premio Casa de las Américas, 1986), Las visitas (Tercer Premio Nacional de Literatura, 1994) y Hugo tiene hambre (Premio Fundalectura, 2006). Traducidos a diferentes idiomas, entre sus títulos publicados se encuentran también El tesoro escondido y otras fotos de familia (2005),  A la rumba luna (2008), El muy magnífico Felipe G. Rey (2011), El astronauta del barrio y otros oficios (2011), Puercoespín primavera (2012), Caballo de cuento (2012), Calle de rondas (2012) y Regalos (2013). Schujer ha recibido numerosos reconocimientos, como el Premio Konex.

"Me gustaría agregar que, entre los imprescindibles que sugeriría para los chicos incluiría obras de la brasileña Ligia Bonjunga Nunes y de la austríaca (recientemente fallecida) Christine Noestlinger. Y todavía hay más", explica Schujer. Y el orden es aleatorio, advierte:

1. Mujercitas, de Louisa May Alcott

Fue el primer libro que me regalaron a mí. Los demás los heredaba de mi hermano.Me hizo llorar (cosa que me gustó porque era chica y en esa etapa el llanto está másligado a sinsabores personales que a emociones estéticas). De alguna manera, es el que me introdujo en la felicidad clandestina de la lectura.

2. Cuentos de la selva para niños, de Horacio Quiroga

Fue la primera lectura que me  dieron en la escuela que me interesó. Lashistorias están bien contadas, tienen el punto justo de la crueldad. Y, aunque por ahí encierren una pretensión pedagógica algo extraliteraria, no pierden vigencia ni dejan de provocar interés. 

3. Cuentos en verso para niños perversos, de Rohal Dahl

Son “cuentos en verso” como dice el título, muy divertidos, políticamente incorrectísimos que presuponen el conocimiento de los cuentos clásicos. De la obra de Rohal Dahl, sugeriría también Matilda y Charlie y la fábrica de chocolate. En esta línea, agregaría un libro buenísimo de Guillermo Saavedra: Cenicienta no escarmienta.

4. El zoo loco, de María Elena Walsh

Y también El reino del revés, Tutú Marambá, Cuentopos de Gulubú, Dailan Kifkiy Chaucha y palito. El disparate en estado puro. La inteligencia, el cuidado del lenguaje, el ritmo en la prosa; la rima perfecta y sutil de la poesía.

5. Los imposibles, de Ema Wolf

Pero también Pollos de campo, A filmar canguros míos, Fámily, Historias a Fernández, Nabuco… Y para lectores más experimentados, El libro de los prodigios. La prosa de Ema Wolf es perfecta: pulida (como de orfebrería), bella, económica, graciosa.

6. Nadie te creería, de Luis Pescetti

Es una galería de historias conmovedoras con un despliegue discursivo original y variadísimo. Un libro, diría, oulipiano.

7. Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll

No sé si el original (porque está lleno de versiones acortadas, achatadas, etc.) es la lectura más eficaz en la infancia. No lo sé. Yo lo leí de grande (Alicia a través del espejo, también) y me pareció extraordinario. Una fiesta para la imaginación. Una delicia literaria. Una nave insignia.

8. El mar preferido de los piratas, de Ricardo Mariño

Aunque suene paradójico, la historia tiene una dosis justa de desmesura, de absurdo, de humor, de poesía.

9. La naranja maravillosa, de Silvina Ocampo

Los cuentos de este libro –rarísimos-  tienen la virtud de no haber sido concebidos con las supuestas normas del género “literatura infantil/juvenil”. Son experimentales, ilógicos (o con una lógica poco común) y presentan mundos extraños sin la menor preocupación por la edad de los destinatarios a quienes se suele tratar con mucho prejuicio y poco respeto.

10. El libro de los seres imaginarios, de Jorge Luis Borges

Fuera de programa (del canon, digamos)pero muy próximo a los intereses que comparto con los chicos: los monstruos, los animales fantásticos,de las distintas mitologías. En este libro que los describe, lo que hace la diferencia –sin duda- es la prosa de Borges.