Los favoritos de Breat Easton Ellis
Lunes 07 de marzo de 2016
El autor de Menos que cero y American psycho, entre otros, elige sus diez libros favoritos: desde Ana Karenina a Ulises, pasando por Las correcciones, El teatro de Sabbath y más.
Hace unas semanas, el New York Times publicó la lista de libros favoritos de Breat Easton Ellis, que se mueve entre los clásicos y los nuevos clásicos. BEE justifica su selección entre la experimentación, la épica y la búsqueda de una identidad estadounidense.
La educación sentimental, Gustave Flaubert. Mi novela favorita y la mayor de las bildungsromane. En última instancia, trata sobre los límites de la experiencia en relación a las fantasías de nuestros deseos.
Ana Karenina, de León Tolstoi. La más grande de todas las novelas rusas. Tan gratificante como una telenovela melodramática, es un viaje épico y filosófico a través de la mente y el alma de Rusia. Junto con Madame Bovary, Ana Karenina es el mayor personaje femenino jamás creado.
Madame Bovary, de Gustave Flaubert. Flaubert es el único escritor que aparece dos veces en mi top 10. Tal vez esta sea la primera novela burguesa moderna. Por su compromiso con el realismo, pertenece al puñado de novelas que cambió el rumbo de la literatura.
Según venga el juego, Joan Didion. Durante algunas décadas, fue mi novela norteamericana moderna favorita porque el sentido del libro está en el estilo, antes que en la historia o en los personajes. El hecho de que se pudiera hacer algo así fue revelador; el estilo triunfa sobre la historia, los personajes, todo.
El teatro de Sabbath, Philip Roth. Mi Roth favorito. Es su libro más sucio y divertido, pero con una aspiración épica. De todas sus novelas tardías, probablemente esta sea la más importante, a pesar de que lo hayan acusado de haber ido “demasiado lejos” —pero cuando es una novela graciosamente depravada, ¿no es ese el punto?
Las correcciones, Jonathan Franzen. La primera novela contemporánea de un autor inmerso en el modernismo, y una especie de gen X nihilista que fusiona la frialdad de DeLillo con la novela familiar —calienta un estilo y enfría un género, y lo sostiene de manera brillante. En ese sentido, Las correcciones es un momento increíble de la ficción norteamericana.
El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald. A menudo se la considera como la novela americana más importante del siglo XX. Yo a veces dudo, pero me encanta la belleza de su escritura, su velocidad de tabloide, la cantidad de muertos, sus toques modernistas, el drama incesante puesto en forma de nouvelle. No es sólo una elegía de la era del jazz, si no de la idea del sueño americano.
Ulises, de James Joyce. Un libro que me cambió la vida. Representa la vasta extensión de las posibilidades de la ficción en términos de tema, estilo, caracterización. Para mí representaba la libertad, con un conjunto de partes épicas y un humanismo verdaderamente dramático que late debajo de una superficie posmoderna lúdica y revolucionaria.
Middlemarch, George Eliot. Me tomó mucho tiempo apreciar la sutil visión de Eliot (seudónimo de Mary Ann Evans) y los goces de “combustión lenta” de su narración. La intensidad (y especificidad) entusiasta de la prosa es formalmente impresionante y profundamente placentera.
Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain. La siento tan contemporánea como el rap y el hip-hop. Hemingway dijo que toda la literatura moderna de Estados Unidos proviene de este libro, y en verdad parece la novela más estadounidense que se haya escrito —una novela sobre el ansia de ser un outsider en términos de querer ser libre.