Lorrie Moore: "El humor es una especie de anagrama de la tristeza"
Y la reedición argentina de Anagramas
Viernes 10 de abril de 2020
Publicada originalmente en 1986, Anagramas regresa a librerías de la mano de Eterna Cadencia editora y con traducción de Cecilia Pavón. En plena cuarentena, Moore acepta responder algunas preguntas por correo electrónico alrededor de esta nueva salida.
Por Valeria Tentoni. Foto de Walter Sangroni.
"Cuando escribís una novela, se supone que debés mantener a los personajes siguiendo un camino lineal, pero mis personajes querían hacer otras cosas, cosas mutuamente excluyentes, y como era mi novela decidí que podían hacer lo que quisieran". Así respondía una Lorrie Moore de 29 años en una de las primeras entrevistas que le hicieron por Anagramas, el mismo libro que ahora tenemos en las manos con un astuto guiño a los móviles de Alexader Calder en la portada y una reproducción de El baño del niño, de Mary Cassatt, que saluda sigilosamente desde la solapa en la nueva edición de Eterna Cadencia Editora.
Publicada originalmente en 1986, Anagramas regresa a librerías con traducción de Cecilia Pavón, tras la salida de ¿Quién se hará cargo del hospital de ranas? y de A ver qué se puede hacer, libro de ensayos, y también tras la visita de Moore a Buenos Aires para participar del último Filba Internacional, donde colmó por ejemplo las butacas del Teatro Cervantes para una entrevista en vivo.
Ahora, y desde su casa, en plena pandemia, la autora de Pájaros de América y Gracias por la compañía es tan amable de responder algunas preguntas sobre esta reedición, aunque acepta que no es un momento fácil y deja pasar algunas. Las que elige alcanzan para iluminar, con la luz del presente de la autora nacida en Glens Falls en 1957, las nuevas lecturas de este clásico suyo que sin dudas llegarán.
Anagramas fue publicado originalmente en 1986: ¿qué hay en este texto tan temprano tuyo a lo que jamás renunciaste en obras posteriores? ¿Y qué cosas son las que decidiste dejar ir?
Interesante, pero no estoy demasiado segura acerca de qué responder... Lo que todas las novelas tienen en común es a un hermano o hermana sufriente que necesita la atención de la protagonista y no logra conseguirla de una manera correcta u oportuna. Pero no diría que me aferré a esa idea deliberadamente. Descubrí que estaba ahí muchos años después. ¿A qué cosas he renunciado? Ah, siempre pienso que cada libro es completamente nuevo, un comienzo limpio, con nada de mis libros anteriores en él. Este sentimiento es necesario para que me den ganas de comenzarlo.
Cuando te entrevistamos la vez pasada, por la traducción de ¿Quién se hará cargo del hospital de ranas?, nos decías: “Un relato tiene un pequeño nudo dentro. Una novela tiene una situación complicada que necesita de tiempo y de un lienzo más grande”. ¿Anagramas fue el modo que encontraste de hacer correr ambos sistemas a la vez?
Anagramas es una novela que toma como estructura una novella y un puñado de cuentos. Todas son variaciones, y variaciones sobre un tema que quizás sea el encuentro de la idea misma de la variación. La variación como vida. La variación como un arte.
¿Y cómo te encontraste con este formato? ¿Recordás ese momento?
Mientras estaba escribiendo la sección más larga me di cuenta de que los personajes estaban demasiado confinados en sus propias vidas. Yo quería que hicieran otras cosas que en realidad no podrían haber hecho si los hubiese comprometido en una narrativa más extensa. Así que agregué el resto de los textos más breves, para darles algunas alternativas. No porque fueran a encontrar finales felices en ningún lado...
En ¿Quién se hará cargo del hospital de ranas? también contás diversas historias en paralelo, ¿qué es lo que, como escritora, te atrae tanto de los universos paralelos?
Probablemente los novelistas se sientan tan atraídos por los universos paralelos porque es lo que hacen cuando escriben novelas. La contravida, libro de Philip Roth, salió el mismo mes que Anagramas, así que seguramente algo había dando vueltas en el aire.
El sentido del humor es un logro en tus libros que todos tus lectores agradecen. ¿Cómo trabajás ese elemento?
El humor es una especie de anagrama de la tristeza. En inglés, decimos: “Tragedia + tiempo = comedia”. Pero el humor es también un cambio en el sentido del énfasis. Se puede tomar una historia triste y convertirla en graciosa con un par de retoques. Más un poco de tiempo.