Las novedades vuelven a las librerías
Las mandamos a tu casa
Miércoles 15 de abril de 2020
Cuatro nuevas lecturas de Leteo, Brezal, Seix Barral y Adriana Hidalgo para disfrutar en el encierro.
Volvemos al ruedo: el envío de libros está habilitado y, aunque aún nuestras puertas permacen cerradas al público, podremos alcanzarles las lecturas que gusten.
Acá, cinco novedades para aquelles que se hayan quedado sin lecturas, o simplemente quieran seguir acumulándolas.
35 sonetos ingleses
Fernando Pessoa
Leteo
Taciturno fantasma del mediodía portugués.
¿Quién es Pessoa?
La basílica
León Ferrari
Brezal
Es 1985 y, desde hace dos años, León Ferrari y su compañera Alicia han comenzado un largo retorno al país. Exiliados en Brasil a causa de la infame dictadura cívico-militar en la Argentina, y con Residencia en San Pablo desde 1976, vivirán de manera intermitente en la ciudad paulista y en Buenos Aires hasta 1991, año de su regreso definitivo.
Es 1985 y Ferrari crea La Basílica; retoma así un tipo de obra - el collage literario - en el que había incursionado en 1967 para elaborar Palabras ajenas (serán cuatro los que realice a lo largo de toda su producción).
La Basílica posee una estructura teatral y es, además, anfibio: se trata del único de esta serie de textos en el que el artista incorpora imágenes.
Los personajes de este drama emiten discursos delirantes que no son más que la reproducción, a través de citas, de las nociones fundamentales de la cultura judeocristiana.
Vamos a tocar el agua
Luis Chaves
Seix Barral
Cada noche, antes de acostarse, una niña de cuatro años pregunta a su padre entre sollozos: “¿Por qué estamos aquí?” Suena razonable: como su hermana mayor y su madre, la niña ha sido extirpada de su paraíso caribeño e implantada en el corazón del invierno berlinés.
Los Chaves están en Berlín porque el padre escritor ganó una de las becas más codiciadas del mercado internacional de residencias de artistas: un año de estadía, con un estipendio generoso y la única obligación de aprender el remiso sistema de declinaciones de la lengua alemana. Si Chaves tuviera que contestar la pregunta de su hija, la respuesta honesta sería: estamos acá por amor al arte. Esa extraña precariedad elegida es la materia central de este libro. En boca de Chaves, la primera persona suena menos como un alarde épico que como la voz natural de una sensibilidad muy precisa, fiel a las minucias significativas, los rastros menores, los detalles.
Vamos a tocar el agua -bella frase que el poeta pone en boca de una de sus niñas, pero bien podría condensar la transparencia, la economía emocional de su prosa- es un libro autobiográfico, ensimismado en una experiencia de ficción que es el registro verdadero de una “realidad irreal”. Sólo que esta realidad sabática tropieza fatalmente con su doble desnudo: el desarraigo, la fragilidad, la indefensión real de las migraciones forzadas. Ese “fondo” está allí, pero es como si el libro no supiera qué hacer con él y sólo atinara a “traducirlo” a su equivalente arty: la forma de vida del escritor en residencia, con sus apremios calibrados, su desamparo sin consecuencias, su intemperie a plazos.
Alan Pauls
El libro de la almohada
Sei Shōnagon
Adriana Hidalgo
“Esta primera edición completa en castellano de El libro de la almohada es un acontecimiento cultural de primer orden (...) Su fragancia poética, diez siglos después y en el otro extremo del mundo, nos conmueve hasta la raíz.” El País, de Madrid.