El cruce entre Claire Keegan e Inés Garland
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Viernes 26 de noviembre de 2021
Presentando Cosas pequeñas como esas, la nueva novela de la escritora irlandesa, Inés Garlad y Keegan mantuvieron una conversación sobre procesos de escritura y composición de la que rescatamos algunas frases a continuación.
En esta entrevista, que funcionó por presentación virtual del libro, Claire Keegan conversa con Inés Garland sobre Cosas pequeñas como esas, publicado por Eterna Cadencia Editora y traducido por Jorge Fondebrider. Fondebrider ha sido su traductor en sus libros anteriores en la editorial y en nuestra lengua.
Garlad y Keegan mantuvieron un ida y vuelta sobre procesos de escritura y composición del libro del que rescatamos algunas frases a continuación. Al final, el video completo.
"Siempre estamos a la espera de un nuevo libro tuyo, es un gran momento tener aquí otro de tus maravillosos libros", comenzó Garland. Hacía más de 10 años que Keegan no entregaba a imprenta ningún manuscrito, según contó en conferencia de prensa.
Inés Garland
Me preguntaba cuándo se comenzaron a mover los primeros hilos de esta novela en particular, si es que podemos decirlo de esa manera.
Claire Keegan
Hace mucho tiempo estaba haciendo una residencia de escritura en University College Cork. En ese momento se publicó el Informe Ferns. Yo estaba volviendo a Wexford para pasar el fin de semana paré a tomar el desayuno en el camino, tomé el diario Irish Times y había un artículo de dos páginas. Era un sábado y era un artículo sobre el Informe Ferns, aquí en Irlanda. Leí algo allí que puso esta historia en mi mente y ha estado dando vueltas en el fondo de mi mente desde entonces. Finalmente, la escribí durante el confinamiento.
Inés Garland
Elegiste un punto de vista muy particular para contarla. ¿Cómo fue que decidiste contar la historia desde el punto de vista de Bill Furlong?
Claire Keegan
No estoy segura realmente. No sé si tomo decisiones muy deliberadas cuando escribo. En realidad tiendo a hacer descubrimientos que parecen encajar con algo que necesito descubrir o necesito decir. Entonces, nunca planeo la trama. Por ejemplo, no creo en esta idea de planificar la trama en lo que concierne a mi trabajo. Nunca sé muy bien qué va a surgir, qué voy a escribir. Creo que esa es una de las razones por las que me lleva tanto tiempo terminar algo. Tal vez no sea una manera eficiente de trabajar pero no conozco otra forma de hacerlo. Estoy segura que hay maneras más fáciles o más rápidas de escribir pero aún no las he descubierto. Esto es lo que funciona para mí. Y en cuanto a Bill Furlong, él es alguien que me interesó y me topé con él en el camino. Es un personaje maravilloso y las preguntas que realiza son tan necesarias, me parece.
Inés Garland
Me gusta mucho Natalia Ginzburg, una escritora italiana que tal vez conozcas, y ella tiene un ensayo, es un ensayo de los setenta, que me parece muy vigente. En él que dice que a ella no le gustaba la imagen de un hombre sentado en un sofá, leyendo el diario mientras la mujer hacía las tareas del hogar mientras la mujer lavaba los platos pero ella creció con esa imagen de los hombres. Ella apreciaba esta imagen del hombre como proveedor, el hombre como la persona que salía a trabajar mientras la mujer se quedaba en la casa. Sin embargo, ella había descubierto que en los últimos años, es decir, en los setenta, los hombres se habían convertido en fantasmas o monstruos. Y que ella ya no reconocía qué eran. Y hace una pregunta que recordé cuando leía tu novela: ¿de quién es la responsabilidad de imaginar hombres que no son monstruos o fantasmas? Y pensé que eso es exactamente lo que hiciste vos. Pensaste en un hombre que es distinto a un fantasma o un monstruo, es una manera muy interesante de considerar la posibilidad. Creo que eso es muy necesario hoy en día.
Claire Keegan
No sé si alguna vez consideré a los hombres como monstruos o fantasmas.
Inés Garland
Obviamente no lo hiciste. Ella se refiere a lo que sucede en la sociedad y creo que eso es algo que hoy en día está presente.
Claire Keegan
Bueno, tengo que regresar a la pregunta que me hiciste en respuesta a lo que ella dijo. Yo nunca imaginé a los hombres de esa manera como fantasmas o monstruos. Creo que la misoginia en Irlanda y la misoginia en la Iglesia católica han brutalizado a los hombres -más que nada-. Sí, por supuesto. Que los han privado del afecto posible entre mujeres y hombres. Y convirtieron el sexo en algo que le quitás a las mujeres. John McGahern, un maravilloso escritor irlandés, dijo en uno de sus ensayos que en Irlanda era más aceptable pegarle a alguien que besarlo en público. Y eso para mí significa mucho, cuando lo leí tuvo un efecto en mí. Eso es lo que la Iglesia católica nos ha hecho, ha disminuido nuestros sentimientos a tal punto que no era correcto demostrar afecto. Así que creo que eso no es fantasmagórico ni monstruoso es algo que realmente brutalizó a los hombres y es muy triste.
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