Diez imprescindibles recientes de narrativa chilena
Jueves 06 de junio de 2024
Andrés Montero, autor de El año en que hablamos con el mar (La Pollera), nos deja una biblioteca de obras contemporáneas para leer a Chile.
Invitamos al autor de la novela El año en que hablamos con el mar (La Pollera), Andrés Montero, a elegir los libros claves de la narrativa chilena para discutir el mito de que el suyo es un país de poetas. Lo es, sí; pero también de narradores.
“Aunque la invitación que recibí era a elegir diez libros imprescindibles de la narrativa chilena, consideré que eso suponía mencionar algunos indiscutibles que estarían en cualquier lista de ese tipo (Hijo de ladrón, La amortajada o El obsceno pájaro de la noche, por mencionar algunos), así que preferí ceñirme a los últimos 20 años. También quiero aclarar que no creo que ningún libro sea imprescindible. Estos son diez libros de narrativa, escritos por autores de Chile en los últimos 20 años, que me han gustado mucho, y cuya lectura podría dar una idea general de la literatura chilena del nuevo siglo”.
Jeidi. Isabel M. Bustos. Una entrañable historia que toca un tema esquivo y hasta incómodo para la sociedad chilena: la impresionante vigencia de la fe popular, a través de la historia de una niña de un pequeño pueblo rural que queda embarazada sin haber tenido relaciones sexuales.
Sumar. Diamela Eltit. Una gran y penosa marcha de trabajadores se dirige hacia La Moneda, aunque parece destinada desde el comienzo al fracaso. Resulta increíble que esta novela haya sido publicada un año antes del estallido social.
El museo de la bruma. Galo Ghigliotto. Una novela que es un museo. El catálogo que sobrevivió al incendio de un museo en la Patagonia chilena permite reconstruir la colección, que representaba el genocidio que sufrió el pueblo selk’nam. Un libro tan original como desgarrador.
Qué vergüenza. Paulina Flores. En este libro hay algunos de los mejores cuentos que se han escrito en la última década en Chile, en particular los relatos “Talcahuano” y “Últimas vacaciones”.
Poeta chileno. Alejandro Zambra. En mi opinión, el mejor libro de lo que va de siglo XXI chileno, descontando “2666”. Creo que también entra en una lista de los diez mejores de la historia literaria de Chile. La consagración definitiva de Alejandro Zambra.
Kramp. María José Ferrada. Tal vez la mejor pluma de la literatura chilena actual, Ferrada es conocida sobre todo por su trabajo en la LIJ. En “Kramp” explora por primera vez en la literatura para adultos, a través de la historia de la hija de un vendedor viajero,
Matadero Franklin. Simón Soto. El oficio de guionista de Simón Soto se deja notar en este entretenidísima novela ambientada en los bajos fondos del Santiago de mediados del siglo XX. Una novela con vocación de serie televisiva.
Pobres diablos. Cristián Geisse. El proyecto narrativo de Geisse sobresale en el panorama literario chileno. Esta publicación reúne tres libros de cuentos, dedicados al personaje popular del diablo y la decadencia rural.
Chilean Electric. Nona Fernández. Nona Fernández vuelve una y otra vez a la pregunta por la memoria individual y colectiva de Chile. En este libro la pregunta aparece desde el relato imposible de su abuela, que dice haber presenciado la primera vez que se iluminó artificialmente la Plaza de Armas de Santiago, pese a que eso ocurrió 25 años antes de que naciera.
Muriendo por la dulce patria mía. Roberto Castillo. Si bien es una novela publicada en los ’90, su reedición en Laurel le dio una nueva vida a este libro que relata las dos peleas de box entre el campeón chileno Arturo Godoy y el estadounidense Joe Louis en los años ’40. Una delicada y entretenida muestra de la idiosincrasia chilena.