Nueve preguntas a Marcos Herrera
Martes 21 de enero de 2014
El autor de Polígono Buenos Aires (Edhasa) responde nuestro cuestionario semanal.
Seguimos con nuestro cuestionario de nueve preguntas a escritores. En esta oportunidad responde Marcos Herrera, autor de Polígono Buenos Aires, un policial que se inscribe en la tradición de Roberto Arlt.
¿Qué autor joven recomendás y por qué?
Sin dudas a Germán Maggiori, por la poderosa poética que despliega. Tanto en su novela Entre hombres, en su libro de relatos Poesía estupefaciente y en los pocos ensayos que escribió.
¿Qué música deberían poner en tu velatorio?
Motorpsico de los Redonditos de Ricota. Seguido de Shoot to thrill de AC DC, Inmigrant song y Rumble on de Zeppelin. Y luego, para que la gente tome algo, Kind of blue de Miles Davis.
¿Cuántas horas por día leés?
Las que puedo. Todo depende de los incendios que esté apagando.
¿Cuál es tu superpoder favorito?
La invisibilidad.
¿Cuál es tu principal defecto?
Me enojo rápido. Por ejemplo, en la avenida Córdoba a las ocho de la noche (caos total) un taxista se enojó conmigo porque quería que lo dejara pasar y me rompió a las trompadas el espejo retrovisor del costado, el tipo era enorme (yo soy más bien chico), entonces, cuando el tránsito nos detuvo en un semáforo, me bajé con el traba volantes y le rompí todos los vidrios. Vino la policía, por supuesto. Yo le pregunté al taxista si había tenido un mal día y él me dijo que no. Y yo, entonces, le dije que ahora tenía un mal día. Por suerte no fuimos presos. Pero también se me pasa rápido el enojo.
¿Cómo es tu idea de felicidad absoluta?
Que no caiga más mierda del cielo.
¿Qué película basada en un libro recomendás?
Berlín Alexanderplatz, de Rainer Fassbinder.
¿Qué libro robaste? (En el sentido que quieras tomar la palabra "robar")
Robé varios. Al oeste de Roma, de John Fante. Una historia sencilla, de Leila Guerriero, etc.
¿Nos mandás una foto de tu biblioteca?
Mi biblioteca está en cajas, por ahora. Así que les mando una foto en donde se ven las cajas y una pequeña selección que me representa. Las obras completas de Roberto Arlt, de ediciones Omeba, con un prólogo bastante choto de Cortázar; V, de Thomas Pynchon; Meridiano de sangre, de Cormac McCarthy, La máquina del bien y del mal, de Rodolfo Walsh; Poesía estupefaciente, de Germán Maggiori; Un arte espectral, de Norman Mailer (excelente libro para narradores con una excelente traducción de Elvio Gandolfo); Dura la lluvia que cae, de Don Carpenter; El gran desierto, de James Ellroy; Una mirada a la oscuridad, de Philip Dick; Ley de juego, del gran Miguel Briante (Edición Folios, 1983 –una colección para la librería Gandhi que dirigía Piglia-); El estado y él se amaron, de Daniel Durand; Nombre falso, de Ricardo Piglia; Glosa, de Juan José Saer; El azor en el páramo, de Ted Hughes; El almuerzo desnudo, William Burroughs (una edición con una traducción bastante mejor que la malísima que hicieron en Anagrama).