Nueve preguntas a Celeste Dieguez
Cuestionario fijo
Martes 17 de marzo de 2020
Poeta y editora nacida en Chascomús, Argentina, publicó libros como La capital, La enfermedad de las niñas, El camino americano, y Lo real. Coordina la colección de poesía de Club Hem Editores y el ciclo de lecturas "Rompan todo".
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Un pedacito de caparazón de gliptodonte. Lo encontró mi papá haciendo un pozo cualquiera y lo donó al museo de Chascomús, pero se guardó unos souvenirs.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
Los textos que más me gustan son aquellos cuya lectura libera. Que al ser escritos y leídos hacen espacio, dan aire, te sacan la cadena. Esos que generan pensamientos del tipo: —Ah, ¡se puede escribir así! y dan ganas de ir corriendo a escribir lo propio. La zanjita de Desiderio recuerdo que me partió la cabeza en los 90, La mala vida de Paula Jiménez España, el desparpajo proliferante de Fernanda Laguna y Marie Gouiric, las derivas de Garamona, la ciencia ficción nacional de German Arens, Kora en el infierno de William Carlos Williams, Taborda, Perlongher, el Lamborghini de Los dos sabios, Galaxias de Haroldo de Campos, La refalosa de Ascasubi, todo Burroughs, María Salgado, una poeta sonora impresionante, María Eugenia López que trabaja una escritura exquisita; lo último que leí y me generó ese entusiasmo creativo fue Eileen Myles.
Efectos físicos de lectura; creo que eso es lo que me gustaría generar con textos y proyectos: abrir, diversificar, cambiar el aire; me gusta creer que la literatura interviene nuestra realidad de una forma química, molecular.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
La literatura es para mí una forma de estar en el mundo, un chip que te va transformando, me dio amigxs, viajes, conversaciones, dispositivos de pensamiento, la experiencia hermosa de editar una colección de poesía y grandes aventuras como leer en público, dar talleres o coordinar un ciclo de lecturas. Lo peor, qué se yo…miedos y fobias como a no poder escribir algo que me guste.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
La balada del álamo carolina. En papel y en pdf. Haroldo Conti me gusta mucho y ese libro es un regalo de amor para las personas que quiero.
5. ¿Cómo qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Mi cabeza siempre fue ricotera. Pero en esta etapa de madurez (?) sonaría más parecida a “Owl” de She Keeps Bees mixeado con “Qué bonito” de Banda XXI.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
Hay un rojo, casi ocre que es el color del rio Bermejo brillando al sol; el agua es tan espesa que al ondular parece crema.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Sara Gallardo, Silvina Ocampo, Sylvia Plath, Flannery O’Connor, Adrienne Rich, Susan Sontag y Sarah Kane. Me gustaría mucho asistir a un campamento intensivo de conversación y trabajo textual con las chicas.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
Uno de mis libros favoritos, Sudeste también de Conti, pero en realidad fue un trueque, yo necesitaba leer algunos beatniks: Shepard, Kerouac; entonces para que me los presten tuve que dejar algo querido como boleta de empeño.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?
Con los años voy anexando espacios, uno para la prosa nacional y latinoamericana, otro para el resto del mundo y otro especial, solo para poesía. Llevo un orden personal por afinidades textuales; parece un caos, pero siempre encuentro lo que busco.