Seremos felices acá
La bandeja de los viernes
Viernes 12 de marzo de 2021
Cinco recién llegados de Rosa Iceberg, Obloshka, Libros del Asteroide, Blatt & Ríos y Caballo Negro.
Somos felices acá, entre tanto libro nuevo: otra entrega más de nuestra bandeja de los viernes, la que siempre deslumbra.
Hoy les presentamos estas cinco novedades que incluyen varios géneros distintos, muchas voces y muchos tiempos. No se las pierdan.
Seamos felices acá
Vanina Colagiovanni
Rosa Iceberg
En la era de las parejas que no son hasta que la muerte nos separe sino hasta que nos separemos, y en el contexto de la reformulación del amor romántico, la pareja y la maternidad impulsada por los feminismos, Seamos felices acá ofrece diez relatos cuya protagonista, recién separada y con un hijo a cargo, se reencuentra con esa mirada, cargada de estupor y de preguntas, que tantas veces está en el origen de la literatura.
La casa semivacía, la disputa por los despojos de una guerra, el sinsabor de los últimos desencuentros antes de la ruptura, los nuevos rituales de traspaso del hijo, van conformando un registro rabiosamente contemporáneo del amor, las relaciones y la familia. La inestabilidad se traduce en aventuras, citas, sexo, salidas nocturnas y una fuga hacia adelante pero el tiempo de los cambios —Vanina Colagiovanni, que es poeta, lo sabe muy bien— es lento, lentísimo, casi estancado, y debe saborearse como un veneno.
Los accidentes geográficos
Flor Canosa
Obloshka
A Greta le gustan mucho las cosas inalterables de su casa. Es el único lugar donde suceden siempre sin variación”. Así empieza Los accidentes geográficos, una novela asombrosa sobre las variantes con las que versiones de los destinos de Greta y Henrik se van entretejiendo en sus crisis infinitas. Si bien cada dúo Greta-Henrik está aislado dentro de la membrana de su propia realidad, Flor Canosa nos invita a ver el universo entero y múltiple de un solo vistazo, a la manera de un Dios. El efecto es como si estuviéramos siguiendo a la vez varias partidas simultáneas de ajedrez que en realidad son observadas desde cierta distancia, una única partida total. Todo lo que podría pasar pasa siempre y a la vez.
Como los cien mil millones de poemas de Queneau, como la obra de Herbert Quain o “La Biblioteca de Babel” o aquellos jardines de senderos que se bifurcan (que anticipan a Queneau, que son anticipadas por Leibniz y por Ramón Llull), Los accidentes geográficos es una elegantísima, eficaz y feliz máquina de narrar. Flor Canosa nos regala una novela precisa y preciosa sobre el hecho de ser humanos –las relaciones, el drama, los errores que cometemos, las cosas que no sabemos cómo resolver a tiempo, aquello que no podemos darnos el lujo de perder– y una reflexión extendida sobre las posibilidades infinitas de la literatura.
Ninguno de nosotros volverá
Charlotte Delbo
Libros del Asteroide
En 1942, Charlotte Delbo fue detenida en París y encarcelada por pertenecer a la Resistencia francesa y, en 1943, deportada al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau junto con doscientas treinta presas francesas, de las que solo sobrevivirían cuarenta y nueve. El presente volumen recoge los dos primeros libros de su elogiada trilogía Auschwitz y después, en los que relata esa experiencia.
Delbo reconstruye su recuerdo a partir de breves y poéticas estampas de vida y de muerte, y lo hace en gran medida desde una voz colectiva femenina, la de todas las cautivas que, pese a haber sido desposeídas de su identidad, supieron sostenerse las unas a las otras. A partir de esa particular mirada, la autora logra encontrar palabras para lo inefable e ir todavía más allá, creando belleza donde no podía haberla. Uno de los testimonios más emotivos y necesarios de la literatura concentracionaria, a la altura de los de Primo Levi o Elie Wiesel. Sin duda, una obra maestra literaria.
Luna azul
Lee Child
Blatt & Ríos
Una vez cada cierto tiempo, la luna llena aparece dos veces en un mismo mes. Ese evento astronómico poco habitual se conoce como “luna azul”. Jack Reacher está en un autobús, ocupándose de sus propios asuntos sin ningún lugar en particular al que ir y con todo el tiempo del mundo para llegar allí. En el mismo autobús viaja un anciano, que lleva un sobre abultado con dinero en uno de sus bolsillos. Reacher lo ve, y otro pasajero, que también lo está viendo, evalúa la oportunidad de enriquecerse rápido y fácilmente. Pero Reacher fue entrenado para darse cuenta de cosas. La próxima parada es una ciudad cualquiera, de medio millón de habitantes, dividida por una avenida principal en la que a cada lado operan bandas criminales rivales. Una cosa lleva a la otra y, de repente, Reacher se ve involucrado en una sangrienta guerra territorial que lo obliga a ir un paso por delante de usureros, matones y asesinos para sobrevivir. Junto a una camarera que sabe un poco más de lo que deja entrever, se propone acabar con los poderosos y hacer pagar a los
codiciosos. Es una posibilidad remota. Las probabilidades juegan en su contra. Pero Reacher dice: “Una vez cada luna azul las cosas salen bien”.
Hermano
Esther Gerritsen
Caballo Negro
“En Hermano Esther Gerritsen demuestra su gran capacidad de escribir frases que dan en el blanco y diálogos que oscilan en la fina línea que separa la cotidianeidad del absurdo”.
de Volkskrant
“Una maravillosa pequeña historia sobre un gran tema: cómo una repentina enfermedad puede poner en movimiento una situación familiar paralizada”.
Deutschlandfunk
“Una ironía mordaz, una gran sentido de humanidad y un lugar central para la familia: un libro excepcional”.
Harper's Bazaar