1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?

Tengo dos: El palo de amasar de mi bisabuela materna (dice la leyenda -probablemente apócrifa- que era lo único que traía en el barco desde Rusia) y el vaso de Whisky de mi abuelo Fito.

2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?

El guardián entre el centeno de J.D. Salinger.

3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?

Vengo de la imagen, así que me siento extranjera en la literatura. Estoy muy agradecida con las palabras porque llegaron a mi vida en un momento en el que empecé a necesitarlas. No tengo nada que reprocharle a la literatura, salvo que escribir es muy difícil.

4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?

Uno de mis primeros trabajos -apenas terminé el secundario- fue ser cajera en una librería. Cobraba y envolvía libros. Una compañera me recomendó “El mundo según Garp” de John Irving y fue un flechazo absoluto. Lo regalé -y envolví- muchas veces.

5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?

En mi cabeza suena seguido “Yendo de la cama al living” de Charly García

6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?

El azul mexicano. El verdadero está solo en México y verlo me provoca un bienestar inmediato.

7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?

Me gustaría hacer un taller con Manuel Puig y uno de letras de tango con Cátulo Castillo.

8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.

“Fragmentos de un discurso amoroso” de Roland Barthes. Es la tercera vez que me lo compro.

9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca?

La ordeno por género en estantes diferentes: ficción argentina, ficción internacional, poesía, fotografía, no ficción, cocina y mi estante preferido que es el de libros híbridos, raros, hermosos e inclasificables.