Invencibles
La bandeja de los viernes
Jueves 18 de noviembre de 2021
Eme ediciones, Marciana, Vinilo Editora, Entropía y Literatura Random House llenan la bandeja de novedades de esta semana.
"Una atmósfera común: la del calor, la del verano; un entorno que combina lo abierto con lo opresivo, el aire libre con el encierro (encierro incluso al aire libre)". ¿Les suena familiar? En un escenario casi premonitorio a este contexto que podríamos llamar "postpandémico" se azoma la novedad Desvelos de verano de Martín Kohan, acompañado por grandes historias que nos hablan de amor y pertenencia, violencia y desapego, de lo diverso y lo semejante, que nos cuentan el testimonio de una experiencia personal, y una historia de amor a las palabras.
¿De que va cada título? Te lo contamos en detalle:
Una casa lejos de casa. La escritura extranjera
Clara Obligado
Eme Ediciones
Una casa lejos de casa. La escritura extranjera es un ensayo sobre la extraña experiencia de que lo diverso y lo semejante se superpongan de manera continua. Tal vez porque esa es la clave del malentendido, Clara Obligado traza, entre sus memorias como lectora y las reflexiones acerca de la escritura, la lengua siempre precaria de nuestras presunciones de comprensión. De Argentina a Madrid en 1976, del exilio violento a un país donde se arriba como inmigrante, de un castellano a otro en perpetuo estado de traducción, entre primeras lecturas en inglés, conversaciones políticas en francés, el encanto de Corin Tellado y la métrica de Borges, la literatura que Obligado va recorriendo en este libro nos trae siempre el sonido de lo ajeno. “Nunca pensé que podía ser extranjera en mi propio idioma”, nos dice la narradora mientras cuenta un desplazamiento sin meta, porque “En casa” y “Lejos de casa” son las dos partes del libro, pero aunque se quiera es inútil completar esas referencias, ¿dónde es casa y cómo se mide una lejanía cuando se habita una lengua que, parafraseando a las vanguardias, habla el tono de lo que todavía no es presa y ya no es sombra, o, para decirlo de otro modo, ya no es argentino y aún no del todo español? ¿Es esa la marca del exilio, de un exilio en particular, o es la condición de tode aquel que se desplace de los mantos de identidad? Tan histórico como contemporáneo, en este libro Clara Obligado arma con sus lecturas un itinerario de preguntas para llegar a ningún destino certero; esa es la trampa y la virtud de este ensayo que dialoga con la mejor tradición de la escritura feminista.
La Ciudad Invencible
Fernanda Trias
Marciana
Amor y pertenencia, violencia y desapego: esas parecen ser las esquinas del cuadrilátero en el que la uruguaya Fernanda Trías escribe La ciudad invencible. Con una lengua y un río en común, la autora trenza migración y cartografía para narrar una experiencia en Buenos Aires que desde el comienzo parece anunciar que el mapa no es el territorio, y lo hace con un lenguaje certero, por momentos corrosivo, por momentos anhelante, que carga poco equipaje pero un intenso sentido de búsqueda. Si una ciudad “es una construcción hecha de personas, de afectos” y si se la erige también “merodeándola, recorriendo las calles y sus espacios hasta llenarlos de significado”, entonces esta es una historia que fue contada sin ceder a la obnubilación de las luces del centro y que, al mismo tiempo, no sacrificó la curiosidad y la perspicacia en la mirada. Una ex pareja violenta, una vecina extraña y también extranjera, y un grupo de amigos de la crema de las letras porteñas conforman una versión de Buenos Aires de las miles posibles, imperfectas, incompletas, rotas, maravillosas. Desarraigo y apropiación: orillas rioplatenses que intentan tocarse. (Paula Puebla)
Parte de la felicidad
Dolores Gil
Vinilo Editora
Un domingo de septiembre la enredadera de su casa familiar se prendió fuego, y lo que podría haber sido un pequeño accidente doméstico escaló a una tragedia terrible. Empezó así, para ella, el laberinto del duelo, del que saldría más de treinta años después, con un hijo y con la escritura de este relato. Parte de la felicidad es el primer libro de Dolores Gil, un libro único e inolvidable, que es el testimonio de una experiencia personal, pero también el nacimiento de una escritora. En pocas páginas logra trazar el arco que va de la pérdida a la reparación, con una prosa al mismo tiempo brutal y sofisticada, y hace de todos lo que antes era una herida privada.
Se vive y se traduce
Laura Wittner
Entropía
En tanto teoría –que en griego significa “observación”: de ahí que, en la cultura, la palabra se asocie a una objetividad con frecuencia huidiza–, la de la traducción se puede resumir en tres preguntas y un solo endecasílabo: ¿Cuándo es el deadline? ¿Cuánto pagan? ¡¿Pagan?! Eso de ningún modo significa que no sea posible teorizar al respecto. Quiere decir, más bien, que no hay teorías de la traducción que no surjan de forma muy directa de la práctica: que no sean la práctica –que es ante todo un método para observar el mundo; y, en ese mismo acto, transformarlo–.
De esa modesta alquimia, Laura Wittner –una egregia poeta, traductora y cronista del oficio– sabe mucho. Se vive y se traduce es una biografía laborable y, sobre todo, una historia de amor a las palabras, así como a los mundos cuyos límites trazan o borran en su estela, con su pequeña música. En apariencia un diario que incorpora aforismos, anécdotas, ensayos, traducciones –propias y de colegas, de manera indistinta–, Se vive y se traduce es un relato urdido en muchas voces, un coro de ventrílocuxs amigxs. También son los apuntes para una teoría, vivida intensamente pero enunciada al paso, sobre la ambigua y amorosa ciencia de traducir, que es siempre una gimnasia colectiva. (Ezequiel Zeidenwerg).
Desvelos de verano
Martín Kohan
Literatura Random House
En Desvelos de verano prevalece una atmósfera común: la del calor, la del verano; un entorno que, en el contexto de historias de pueblo o ciudades chicas, combina lo abierto con lo opresivo, el aire libre con el encierro (encierro incluso al aire libre). Martín Kohan deja de lado nuevamente la irreverencia de la que es capaz su literatura y, en un arte del manejo de la economía, esboza cada última línea dejándonos el pulso acelerado y con hambre de más.
En los cuentos que integran este volumen prevalece una atmósfera común: la del calor, la del verano; un entorno que, en el contexto de historias de pueblo o ciudades chicas, combina lo abierto con lo opresivo, el aire libre con el encierro (encierro incluso al aire libre).
El verano es el protagonista omnipresente en varios de los cuentos. Un protagonista harto, por momentos ahogado y cansado de sí mismo, que define la perspectiva y el tono de los otros personajes hasta llevarlos a un desenlace inesperado. Ese clima predomina y acaso contagia aun a los cuentos que no participan de ese tiempo ni de esa geografía. El conjunto se cierra con una intencional disonancia: un espacio moderno, un aeropuerto, en tiempos de Guerra Fría. El estilo es clásico: una escritura casi enteramente suscitada por la lectura de Cesare Pavese. Este libro es un ejercicio virtuoso que nos demuestra cómo nuestras lecturas se funden y resignifican en la escritura.
Martín Kohan hace a un lado una vez más la irreverencia de la que es capaz su literatura y, en un arte del manejo de la economía, esboza cada última línea dejándonos el pulso acelerado y con ganas de más.