Todos en tanto lectores somos hijos o hijas de la literatura pero, a su vez, la literatura está llena de hijos: madres que imponen un amor no correspondido, padres que ocupan tanto espacio que al hijo no le queda otra que empequeñecerse, viudas de clase obrera o viajantes de comercio que pueden usarse como objeto de estudio para leer el amor romántico, la pareja y la familia en el transcurso del siglo XX. ¿Qué es lo que se cuenta cuando se narran esos vínculos? En este taller vamos a recorrer una serie de textos de autores que escribieron en calidad de hijos, con especial atención en las formas que se eligen para representar los vínculos y transformarlos en literatura.

Norah Lange, Recuerdos de infancia: la madre que se mira de lejos. Un retrato ambiguo.
Marcel Proust, En busca del tiempo perdido: el beso de las buenas noches (o su ausencia) como prefiguración de los amores futuros.
Franz Kafka, Carta al padre: un padre demasiado grande. El hijo como fiscal.
Vivian Gornick, Apegos feroces: una vida no basta para entender un vínculo.
Richard Ford: Entre ellos y lo familiar como enigma.
Philip Roth, Patrimonio: tener un padre viejo.
Mauro Libertella: Mi libro enterrado y la emoción contenida. ¿Qué se hace con una herencia?

4 encuentros
Jueves 18 30, a partir del 6/6
Valor: $1700

Marina Yuszczuk (1978) es escritora y Doctora en Letras. Colabora como periodista y crítica de cine en el suplemento Las12 de Página12 y la revista La Agenda. Publicó los libros de poesía Lo que la gente hace (Blatt & Ríos, 2012), Madre soltera (Mansalva, 2014), La ola de frío polar (Gog y Magog, 2015), la novela La inocencia (Ivan Rosado, 2017) y los libro de cuentos Los arreglos (Rosa Iceberg, 2017) y ¿Alguien será feliz? (Blatt & Ríos, 2019). Es editora del sello Rosa Iceberg.