_{Extractos de entrevistas a Elvira Hernández.}

Tengo muy claro que el poeta no puede ser parte del sistema.

El poeta pasa a ocupar un lugar marginal. Más que hacerse notar, es alguien que tiene que notar lo que está ocurriendo, no al revés. Observar, pero no ser observado.

Siempre he pensado que el poeta debe ser un ser invisible. Que debe estar en todo lugar, como una exigencia, pero evitar la exposición en primer plano de todos aquellos lugares que visita. Porque la palabra se acuña en la medida que la rodea de silencio, luego de haber estado en todos los lugares invisiblemente. Y eso no es fácil hoy en día.

He dicho muchas veces que lo importante no es que el escritor sea visto, sino lo que ha podido ver. Por eso la poesía no es mediática. Se mueve desde rincones insignificantes que son observatorios de primera magnitud de la vida.

No le doy tanto valor a mi experiencia como a la colectiva, y esas experiencias entran en contacto con otras que incluso llegan a ser más potentes que estar detenidos. Entonces llego al punto de que, en verdad, yo me sitúo más que en un lugar particular y privado, en un lugar público, porque eso es lo que me interesa.

No me desanimo: el desafío es sostener la vida hasta el final, ojalá con perspectiva comunitaria, que es la garantía.

Mi poesía no es una poesía que esté situada. No soy romántica. El poeta romántico era el que se situaba en su corazón, hablaba de sus sentimientos, de su amor o de sus desengaños; ese era su mundo. La verdad que yo me sitúo en otro lado: me sitúo en un espacio común, civil, y no es que en mi propio espacio haya desaparecido, pero tiene un peso semejante al de otro.

No se puede estar cerca del poder sin contaminarse. Siento que estamos en el nivel de los parias, sin embargo tenemos un acceso al poder. Me sorprenden las invitaciones alcaldescas o del cuerpo diplomático a los poetas o las alusiones oficiales a los poetas, a los héroes y a los mártires. Sospecho también de la postulación oficial de Nicanor Parra para el Nobel, porque ¿qué se hace para que su obra llegue a todo el pueblo?

No es que uno busque un tema, sino que de repente lo encuentra. Hay que estar con los ojos bien abiertos. Yo como proyectista soy un cero a la izquierda. Nunca podría hablar de lo que pienso hacer. El artista es aquel que tiene el control de todo. Yo diría que tengo muy poco control. Soy menos artista. No soy tan moderna.

Cuando Platón echa a los poetas, es porque sencillamente no los necesita, porque no le sirven. El poeta no le sirve a nadie.

Los extractos provienen de entrevistas de Virginia Vidal, Pedro Pablo Guerrero, Guido Arroyo, Luz María Astudillo, Carola Solari, Camilo Brodsky, Gonzalo León, Daniel Rozas, Francisca Palma, Paula Campos, Verónica Zondek, Milagros Abalo, Jazmín Lolas, María Jesús Blanche, Javier García, Vicente Undurraga y María Cristina Jurado.