Edgar Allan Poe y sus fake news
Del periodismo a la literatura
Martes 02 de julio de 2019
¿Qué se le habrá cruzado al autor de "La caída de la Casa Usher" por la cabeza cuando, en 1844, envió ente criptogramas aquella célebre noticia al periódico New York Sun, del que era regular colaborador?
Por Valeria Tentoni.
Sabido es que el gran Edgar Allan Poe fue uno de los primeros en intentar hacer de la escritura su modo de vida, y de cruzar -como tan común es ahora hacerlo- periodismo y literatura. Nacido en Boston, Estados Unidos, en 1809 (y muerto en extrañas circunstancias en Baltimore en 1849), el poeta, crítico y narrador dominó el relato breve, renovó la novela gótica, aportó a la ciencia ficción y a las historias detectivescas y se hizo de la posteridad con sus cuentos de terror. Pero su inventiva, además, tenía que darle de comer, y así escribió cientos de artículos y reportajes.
¿Qué se le habrá cruzado por la cabeza cuando, en 1844, envió ente criptogramas aquella célebre noticia al periódico New York Sun, del que era regular colaborador? Según su pluma, y con enorme detalle por demás verosímil -tanto como para conseguir la portada del diario- hizo creer a todo el mundo que un globo aerostático había cruzado el Océano Atlántico en sólo 75 horas de vuelo. Dio nombres, dio direcciones, dio razones. El trayecto había durado poco menos de 80 horas, a casi 100 kilómetros por hora. Le creyeron.
¡Asombrosas noticias por expreso, vía Norfolk! ¡Travesía del Atlántico en tres días! ¡Extraordinario triunfo de la máquina volante del señor Monck Mason! ¡Llegada a la isla Sullivan, cerca de Charleston, Carolina del Sur, del señor Mason, el señor Robert Holland, el señor Henson, el señor Harrison Ainsworth y otros cuatro pasajeros, a bordo del globo dirigible Victoria, luego de 75 horas de viaje de costa a costa! ¡Todos los detalles del vuelo!
Dos días más tarde, The Sun tendría que publicar una nota aclaratoria, diminuta como todas las fe de erratas de la historia de las verdades y las mentiras: "Nos sentimos inclinados a creer que la información era errónea".
Quizás, la noticia podría haberle servido para aquella revista literaria que siempre quiso y nunca logró dirigir, para la cual hasta había diseñado un nombre: The Stylus. El problema era la falta de fondos para imprimirla, mismo problema que lo había llevado a inventar aquella hermosa fake news que más tarde utilizó en un relato.
No fue la única: en otra oportunidad, supo decir que se había encontrado un modo de convertir al plomo en oro. Según Ernesto Bustos Garrido, de hecho, podría pensarse a Edgar Allan Poe como al padre del periodismo sensacionalista.