1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?

Tengo muchos objetos antiguos, mi casa es una suerte de museo de mi familia. Tengo, por ejemplo, las mesitas de luz de mi abuela Nélida y las copas de mi abuela Carmen. Ambos juegos fueron de sus respectivos casamientos, asique deben tener como mínimo setenta años. Me gusta que lo viejo siga formando parte del presente, me hace sentir acompañada y como en un continuo en el que no hay una línea de tiempo que va hacia adelante, sino algo más como una cebolla de tiempos, capas temporales, en la que estamos envueltas.

2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?

Poemas pobres de Ezequiel Alemian. El título define a estos poemas como pobres, pero no lo son por una carencia de algo (o de todo) sino por su palpable liviandad, están como dibujados con palitos, vuelan alto por su misma fragilidad. Es uno de mis favoritos de la poesía argentina.

3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?

Lo mejor: un modo de estar en el mundo, de observar lo que me rodea y a la vez una compañía para toda la vida. Lo peor seguramente son aditivos que le pongo yo, y no algo propio de la literatura: la ansiedad, la angustia, la inestabilidad que a veces me produce escribir.

4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?

Me acuerdo de Joe Brainard. Justo acabo de comprárselo para el cumpleaños a mi padre. Y ya lo había regalado. Es un libro mágico, contagioso, con muchos modos de conectar con él y muchos usos posibles. MI padre ahora tiene 84 años y va a un taller de memoria para que no se le escapen esos pequeños detalles, de los que precisamente, esta repleto el libro de Brainard.

5. ¿Cómo qué disco suena la música funcional de tu cabeza?

Como Excursiones de Suarez: un tema optimista y reconciliado con la vida, otro punki y enojado, otro medio noise, otro extraño y reflexivo, y así siguiendo.

6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?

El lago Nahuel Huapi, en Bahía Serena, Bariloche, a unas cuadras de la casa de mi hermano. Bajábamos todos los días a verlo un rato porque es de esos colores que son como un talismán para tener adentro de la cabeza. Creo que le gustaría mucho a Maggie Nelson.

7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?

¡Con Gombrowicz! Igual seguro me hubiera dicho cosas terribles.

8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.

Olvido los libros que presto la mayor parte de las veces, sino creo que no los prestaría...o los reclamaría. Mi pregunta más habitual a mis amigxs es “ a vos te presté…?”

9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto? 

No la ordeno. En este momento está totalmente colapsada: saco algunos para trabajar, que se mezclan con los que acaban de llegar y es un caos que desborda a otros lugares de la casa, como mi mesa de luz, el living, el cuarto de mi hijo…Ahora el “supuesto” orden es por género: poesía, prosa y teoría. Y dentro de esto el otro gran orden es por nacionalidad. Pero creo que no funciona.