Viene Navidad: esta podría ser una nota que elogie al libro como regalo con uno y otro argumento. No vamos a dar ninguno, pero vamos a invitar a ocho lectores y escritores a que compartan sus listas secretas, las de los libros que más han regalado en su vida para fiestas, cumpleaños y demás. No les vamos a preguntar tampoco a ellos por qué regalar libros.

“Tengo rachas: libros que regalo en un momento, por diversas razones, como me ha pasado, por ejemplo, con El jugador de ajedrez (o Novela de ajedrez) de Stefan Zweig, con los Tres cuentos de Flaubert o con El simplón le guiña el ojo al Frejus de Elio Vittorini. Tengo un libro que suelo regalar cada tanto (un poco menos últimamente): diferentes ediciones de las Greguerías de Ramón Gómez de la Serna. Me parece un libro perfecto tanto para los que aman la narrativa como los que aman la poesía, tanto para los que buscan lirismo como los que buscan humor, tanto para los amantes de cierta vanguardia como para los que prefieren cierta pátina de clasicismo... Un libro que parece sencillo en la superficie, pero que a medida que uno avanza revela su irresistible complejidad”, dice Eduardo Berti, que nos dejó en este año que termina su último libro: Un padre extranjero.

Esther Cross, que acaba de publicar Tres hermanos, pasa sus listas: "La balada del café triste, de Carson McCullers. Lo regalé muchas veces, sobre todo por el cuento que le da nombre al libro. Es una historia que habla de amor, y de un amor muy raro. Y también es una historia de soledad inquietante, una temporada en un pueblo del sur de Estados Unidos, uno de los mejores cuentos de McCullers. Antología del humor negro, de André Breton. Swift, Sade, Jarry, Apollinaire, Poe, Carroll, Forneret, O. Henry, Picabia, entre muchos otros, forman parte de esta divertida colección de humor negro, entendido como 'enemigo mortal del sentimentalismo'. Tiene un prólogo buenísimo de Breton, que también escribió la presentación de cada uno de los escritores. Y Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak. Lo regalé muchas veces, a grandes y chicos. Es una gran historia, contada con pocas palabras e ilustraciones alucinantes, que habla del poder de la imaginación y revive la emoción de nuestras primeras lecturas".

Hinde Pomeraniec, periodista y editora que acaba de publicar ―junto a Raquel San Martín― ¿Dónde queda el primer mundo? El nuevo mapa del desarrollo y el bienestar, suma sus libros más regalados: La nieta del Señor Linh, de Philippe Claudel, es el primero. “Un libro pequeño, casi una joyita, con una historia mínima y delicada, que lo cuenta todo”, lo define. Después, para los que todavía creen en Papá Noel, suele ir con Flics, de Ziraldo: “Cuenta la original historia de un color triste y falto de atractivo. Es un libro para chicos que me sigue resultando fascinante”.

Para el poeta Luis Chaves hay dos opciones: una local, una traducida. “He regalado muchas veces una novela a la vez hilarante y conmovedora del escritor costarricense Rodolfo Arias (San José, 1956), El Emperador Tertuliano y la Legión de los Superlimpios. Otro libro que me gusta regalar a gente que todavía no lo conoce, es Matadero Cinco de Kurt Vonnegut”, explica el también autor de una novela muy recomendable para regalar, como es Salvapantallas.

“La prioridad en el árbol navideño la tienen los niños, niñas y adolescentes de la familia. Y con la lectura sucede ese entusiasmo del converso que pretende entusiasmar al resto, casi hasta el intento imponerse. Entonces, a como a mis 16 Rayuela ‘me voló la cabeza’, suelo regalarlo mucho. También ―porque precisamente me decepcionó descubrir, dos años más tarde, gracias a un profesor, que la onda de la ‘revolución técnica en literatura’ era previa a los 60― he regalado mucho Las aventuras del caballero Tristam Shandy, de Laurence Sterne. Mientras se conseguía, también regalé muchos Los cautivos, de Martín Kohan. En los últimos, varios ejemplares de libros de Mariana Enríquez, Margarita Garcia Robayo, y Sebastián Martínez Daniell, y cuentos de Clarice Lispector. También de Más que humano, de Theodor Sturgeon, y de otra obra en la misma línea: Pigtopia de Kitty Fitzgerald”. La que deja esa gran lista no es otra que Sonia Budassi, narradora, periodista, docente e infatigable lectora, autora de libros como Los domingos son para dormir y Mujeres de Dios.

“Creo que el libro que más regalé en mi vida, como le suele pasar a todos los autores principiantes, es el primero que publiqué. Debo haber regalado unos cuarenta o cincuenta ejemplares de Coronadas de Gloria, en su edición Galerna. Pero exceptuando este ‘acto de generosidad’, y apelando a mi pobre memoria, supongo que Franny & Zooey, de Salinger, porque esa historia, ese libro, es una garantía de disfrute para cualquier lector”, apunta Alejandra Laurencich, escritora y también directora Revista La balandra, que este año celebró su quinto aniversario.

Matías Moscardi, autor de libros como El ansia o Las cosas, y coautor del Diccionario de separación, deja un listado suculento: "Regalé mucho Seda, de Baricco; Pedro Páramo, de Rulfo. Regalé Relatos de poder, de Castaneda; Música para camaleones, de Truman Capote. Y Bonsai, de Alejando Zambra".

"El libro que más he regalado, unas diez o doce veces, es Filosofía a mano armada de Tibor Fischer. Una de las razones es que es un autor poco conocido en Argentina y hay pocas posibilidades de que la persona a la que le regalo el libro lo haya leído. Es una novela muy inteligente y divertida con un protagonista, Eddie Féretro, inolvidable", responde por último Antonio Santa Ana, autor de títulos como Los superfósforos o Los ojos del perro siberiano (¡libro que lleva más de 300.000 ejemplares vendidos!)

Así que: si no sabías qué regalar, ya sabés qué regalar.