Frío en Alaska

Lekman, cada mes, ordena los tickets de compra que Fernanda le envía desde Inglaterra para que los presente en la fundación que la becó por “un año o dos”. Por lo general, lo hace sin pensar, pero a veces encuentra algo que le provoca una punzada en el pecho: un principio de incertidumbre que sobrevolará los cuatro relatos de este libro.
A través de un personaje tan complejo como contemporáneo, Matías Capelli explora la fragilidad de las relaciones, el distanciamiento, la introspección, los recuerdos, la oscuridad de ciertos pensamientos. Con una fluidez narrativa inusitada, consigue situarnos en ese borroso límite entre el sueño y la realidad, en ese instante en que la conjetura se superpone al hecho, provocando un efecto desestabilizador y excitante al mismo tiempo.