La mujer barbuda
Por Nadia Gómez
Martes 14 de mayo de 2019
Uno de los textos que componen Bichos raros, publicado por el sello Palabras Amarillas.
Por Nadia Gómez.
Se llamaba Julia Pastrana, nacida en México, año 1854. Padeció una enfermedad conocida como hipertricosis o “síndrome de la mujer–mono”, es decir, su rostro y cuerpo estaban cubiertos de pelo negro y lacio. Medía un metro 37, orejas y nariz inusualmente grandes y dientes irregulares. Fue una mujer extraordinariamente fina, sabía hablar y escribir en tres lenguas.
Estamos en el aula y la compañera ve una suciedad en la silla. El resto se desespera. Melody Limachy tiene 11 años aunque su cuerpo de caderas anchas, y en particular esa gordura fecunda mezclada con la forma calma de guardar sus útiles, la hacen parecer ya mujer. El día de la escarapela tiene su primera menstruación. Martina grita sangre y todos vemos las medibachas azules, gotear. Uno pregunta cómo se había lastimado. Uno se arrima para mirarla de cerca. La chica no quiere levantarse. En el pasillo la directora Cetriles me dice que arrastran problemas de higiene, es cosa de cuna. Probablemente se pusiera el paño del revés. Le preguntan de qué lado se puso la toallita. Me lleva aparte y dice que son todas unas sucias, que los de la Túpac le ocuparon una casa en Flores donde tenía pensado ampliar el secundario. Levantaron la loza de los pisos para cavar pozos y cagar adentro.
Melody aún no se mueve de la silla. Uno dice no te acerques porque puede tener ébola. Le pido a la chica que vaya al baño a escurrir su ropa. Supongo que tiene la pollera sucia, que teme pararse y chorrear. La directora insiste con la Túpac y su discurso se va pegoteando en mi cabeza que siento es el revés de una toalla higiénica.
La mujer-barbuda se casó con su representante artístico Theodore Lent. Tuvieron un niño que nació peludo y murió a los tres días. Tiempo después murió Julia. Lent cobró entradas para el parto y embalsamó los cadáveres que exhibió en su casa para visitantes acaudalados. Sobre esta mujer se filmó una película y hasta Charles Darwin analizó su caso.