En el régimen argentino, la propiedad intelectual sobre las obras corresponde a los autores durante su vida y a sus herederos o derechohabientes hasta setenta años contados a partir del 1 de enero del año siguiente al de la muerte del autor, según Ley 11.723. Entre los últimos que pasaron al dominio público están Leopoldo Lugones y Roberto Arlt, en 2013. Aquí hay una base de datos de autores argentinos en dominio público, con 2246 nombres. Estos son los locales que dejó enero. 

Entre los internacionales que cruzaron el puente este primer día del año, está la obra de la estadounidense Gertrude Stein, que también entra en dominio público para nosotros. En la imagen, podemos verla en su habitación en París -donde pasó buena parte de su vida- bajo el retrato suyo que pintó Pablo Picasso. Con el apellido del pintor está titulado uno de sus libros, de 1938. Otros son Tres vidas, Autobiografía de Alice B. Toklas y Tender buttons (acá on line y en inglés).

El británico H. G. Wells es otro de los que quedan liberados. La máquina del tiempo, La guerra de los mundos y El hombre invisible, entonces, están listos para nuevas traducciones. John Maynard Keynes, uno de los economistas más influyentes del siglo XX, falleció en el mismo año: Ensayos de persuasión, La teoría general del empleo, el interés y el dinero o su Tratado del dinero, están ahí, entre lo que le dejó al mundo.

En España, son también 70 los años que tienen que pasar desde la muerte. "No obstante, el plazo es de 80 años para los autores fallecidos antes del 7 de diciembre de 1987", cuando se reformó la Ley de Propiedad Intelectual, según explican desde la Biblioteca Nacional. Allí se publicó una lista con los autores que entraron en ese universo libre, los fallecidos en 1936. 

Nada más y nada menos que Federico García Lorca (nacido en 1989), Miguel de Unamuno (de 1864) y Ramón del Valle-Inclán (1866) aparecen. Poeta en Nueva York, Bodas de sangre, Romancero Gitano, ¡hay tanto del poeta y dramaturgo español disponible ahora, que ni siquiera habría que traducir! "Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio", escribió, antes de que lo fusilaran. Unamuno, por su parte, dejó libros como Niebla, La tía Tula, Romancero del destierro y cantidad de obras teatrales. Valle-Inclán y sus esperpentos, es esperable, florecerán en ediciones: Tirano Banderas, las sonatas, Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, entre otros, escritos por quien sabía que "la imagen más bella es absurda en un espejo cóncavo".