Eduardo Belgrano Rawson será el encargado de inaugurar la próxima edición del Filba Nacional, el hermano vernáculo itinerante del Filba Internacional, que este año se realizará entre el 7 y el 10 de abril en San Rafael, Provincia de Mendoza. Ayer, Gabriela Adamo y equipo, presentaron el festival a la prensa. “Es todo un desafío para una fundación chiquita, desde Buenos Aires, moverse por el país”, explicaba la directora de la Fundación Filba. “En esta edición contamos con el apoyo de la fundación Williams, que trabaja mucho en la zona de San Rafael. Nosotros teníamos ganas de ir a Mendoza y lo que teníamos claro era que no queríamos que fuera en la capital. Nos interesa el aspecto descentralizador que tiene el festival de no ir a las grandes ciudades que tienen más acceso a la literatura, sino buscar un segundo nivel de ciudades que tengan una población importante, con un circuito de escuelas, bibliotecas y librerías. El acceso a los escritores y las propuestas que podamos llevar a San Rafael, una ciudad que tiene dos librerías, marca una diferencia muy grande”.

El programa

Además del autor de Setembrada, participarán, entre otros, Eugenia Almeida, Mariana Enriquez, Luis Chitarroni, Tálata Rodríguez y Eduardo Sacheri, a los que se suma un nutrido grupo de escritores y periodistas mendocinos. Los temas y el programa se desarrollaron junto con un consejo asesor compuesto por Gabriela Massuh, Iván Moiseff y Hernán Ronsino. Además de las actividades clásicas del Filba —como las bitácoras, las lecturas uno a uno o el cruce epistolar, en el que dos escritores intercambian opiniones por mail durante varias semanas previas al festival, en esta edición del Filba Nacional— este festival girará en torno a las diferentes connotaciones de la palabra “frontera” —geográfica, lingüística, literaria, social, etc.—, a la vez que hará foco en figuras imprescindibles de la literatura asociadas a Mendoza como Antonio Di Benedetto, a 30 años de su muerte. Paneles, lecturas, debates, recitales de poesía, talleres, hasta una “cata de vinos y libros”: durante cuatro días habrá mucha literatura circulando. 

También Borges estará presente, de alguna manera, en el festival: una de las sedes será el laberinto verde que la escritora Susana Bombal diseñó para homenajearlo en la Finca Los Álamos. Compuesto por cientos de arbustos, mide 100 metros por 70 y dice Borges dos veces, en espejo. Allí, la cantante Mariana Päraway, autora de los discos “El Tiempo”, “Los Peces” e “Hilario” dará un concierto al aire libre, con espíritus folks y ecos de montaña.

Y al igual que el año pasado en Mar del Plata, habrá Filbita en San Rafael: toda una sección del festival está apuntada a la literatura infantil y juvenil, con actividades para padres y mediadores y, por supuesto, para niños: visitas a escuelas, talleres para docentes, un encuentro con María Teresa Andruetto y más.

Objetivos que perduran

El Sosneado queda a 140 km de San Rafael, camino a Malargüe: son unas 50 casas dispersas sobre la cordillera. Allí hay una escuela rural que congrega a los alumnos de todo el distrito. Los primeros quince días del mes, corridos de lunes a domingo, se dicta la primaria; los otros quince, la secundaria. En el invierno, los chicos de los pueblos vecinos se quedan a dormir allí. Hacia ese lugar modesto y rudo viajará el Filba con una importante donación de libros que engrose la biblioteca de la escuela.

La vocación de la Fundación Filba es funcionar como un agente de cambio que pueda impulsar nuevos proyectos locales. Así pasó por ejemplo con el Felisa, el Festival de Literatura de Santa Fe, que se desarrolló poco después del paso del Filba Nacional por esa ciudad. Este año, junto con las actividades destinadas al público en general, el encuentro “Tensiones regionales” reunirá a editores, libreros y gestores culturales de San Rafael, Mendoza y Buenos Aires, donde evaluar en conjunto las distintas problemáticas con las que se encuentran a la hora de difundir su producción y proponer caminos alternativos que generen un posible plan de trabajo a seguir.

“Seguir”: una palabra que le queda muy bien a un festival que ya va por la quinta edición y que no tiene intenciones de detenerse.  

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