El producto fue agregado correctamente
Blog > Columnas > Memoria del hígado inservible
Columnas

Memoria del hígado inservible

Sobre El desayuno del vagabundo, de Richard Gwyn (Bajo La Luna), con traducción de Jorge Fondebrider.

Por Mónica Yemayel.

… el tiempo, esto pasa todo el tiempo, esto pasa todo el tiempo, repite un hombre mientras intenta rellenar un gran reloj despertador con un bollo de miga de pan. ¿Qué es lo que pasa todo el tiempo? Nadie lo sabe. Ni él ni la testigo muda que graba en su cabeza esa frase y la insistencia desolada con que el hombre -su padre- trata de rellenar un reloj con miga de pan. Cuando regrese al amanecer del lugar desconocido al que lo llevan sus arrebatos de locura fugaz, ella le contará. Y Richard Gwyn tomará notas para después escribir este libro.

El desayuno del vagabundo es la reconstrucción de una historia de vida ante el diagnóstico de una muerte casi segura. Al autor le han diagnosticado un hígado inservible y un año de vida; una vida que se le escapa de a ratos cuando el cerebro intoxicado lo vuelve un loco temporario. Olvida cosas que pasaron y evoca algunas que jamás sucedieron. ¿A quién le ocurren esas cosas que pasan todo el tiempo? ¿A él o al hombre que intenta rellenar un reloj con miga de pan; al joven desertor de una clase acomodada inglesa que se hace poeta y vagabundo y borracho viajando durante ocho años alrededor del Mediterráneo o al padre de familia y profesor prestigioso, reinsertado y redimido; al moribundo que espera el milagro de un hígado que lo salve o al escritor que sólo confía en el poder de la imaginación? El epígrafe no podía más que repetir la frase repetida de Rimbaud, “Je est un autre”.

 

Para entender cómo llegó hasta ese presente que le toca vivir, Gwyn desempolva su pasado. «Tengo que desandar dos décadas de vida imprudente… intentar darle sentido al presente». La primera entrada a este diario fragmentado es de abril de 2007, pocos días antes del trasplante, que será exitoso. La recuperación tendrá sus tiempos tibios y helados, ataques de melancolía y fervor, y una consagración sanadora a este libro que le tomó tres años escribir. «Desempolvar: si no fuera una metáfora del olvido podría ser un verbo feliz», dice en uno de los poemas incluidos en Abrir una Caja, una selección de su obra anterior traducida también por Jorge Fondebrider y publicada en 2013. La voz poética recorre varios pasajes, especialmente aquellos que evocan su vida entre clochards:

Ella olía como un animal salvaje, buscamos profundamente en el calor del otro, profundamente en el suave refugio de la tristeza del otro… Escuchamos los aullidos del viento en nuestro cálido abrazo indigente, hasta que las drogas y el sueño se apoderaron de nosotros, hasta que el peso del sueño nos envolvió como mercurio.

La crónica avanza en zigzags entre los apuntes que ha tomado el nómada desaforado, las notas del enfermo terminal -íntimas, tristes, rodeadas de un humor negro liberador: «me dieron algún medicamento, lo que hace que uno cague al menos tres veces por día… De este modo, las toxinas que pasan por el hígado tienen menos tiempo para transformarse en amoníaco y para nublarme el cerebro. Evito la locura cagando más»-, y los recuerdos de infancia y juventud. La mayoría le pertenecen. Otros, tal vez los más inquietantes, son aquellos que olvida y repone a través de lo que observan -nunca se dice qué sienten- su mujer y sus hijas.

El libro fue premiado con el Wales Book of the Year 2012 para no ficción. Y aunque el comienzo diga: «Hace muchos años, un 26 de diciembre -de eso sí me acuerdo- andaba caminando por una playa vacía del Mediterráneo», su autor asegura que no inventó nada. Aunque acepta haber escrito su historia como una novela, y no creer en la literalidad. Gwyn -que a los 17 años decidió ser escritor, que evitó una carrera formal en letras por aquello de que la universidad mata la inspiración, que al dejar el vagabundeo se reconcilió con la academia, se doctoró en Lingüística y ahora es traductor y profesor de escritura creativa en Cardiff- dedica varios pasajes a reflexionar sobre la escritura, la literatura, el tiempo, la aleatoriedad de la existencia, los límites entre realidad y ficción. “Borges decía que todo es ficción”, dijo alguna vez declarando su rotunda admiración por el escritor argentino.

Varias páginas están dedicadas a Buenos Aires, a Borges, al cuento “El Sur”. También al relato pesadillesco que vivió en 2005 cuando visitó la ciudad y se encontró con una sobrina que vivía aquí. Una noche, después de cenar juntos, mientras él regresaba caminando a su hotel, un taxista intentó secuestrarla. Ella se arrojó del auto y, poco después, era atendida en la guardia del Hospital Argerich -Gwyn se detiene a criticar cada uno de los momentos vividos en el hospital con la alarma de una mirada extranjera-. La trama le sirve para pensar el azar y las infinitas posibilidades de acontecimientos que se abren a partir de una decisión. ¿Qué habría ocurrido si aquella noche hubiese subido al taxi con su sobrina? La inquietud sobre qué habría sucedido si recorre el libro y aborda temas sensibles como la muerte de su primera mujer.

Vagabundeó durante los '80; en los '90 volvió a Gales para comenzar la recuperación de sus adicciones; y un día del año 2000, siendo ya profesor y tras 4 años de abstinencia, lo invitaron a dictar una conferencia en Barcelona -se había especializado en el lenguaje y discurso de doctores y pacientes-. En la ciudad española estaban sus bares favoritos; de tropezar sería allí. De todos modos empacó su maleta. Poco después de llegar, en medio de una plaza, se topó con una protesta de vagabundos que reclamaban más ayuda estatal. ¿Desviarse de su camino? ¡Qué locura! No tenía nada que temer, él había sido uno de ellos. «Fue un descuido: me había olvidado de en qué me había convertido. Vestido con un traje elegante y llevando un portafolio, ofrecía un blanco irresistible». Tres hombres lo rodearon, lo tocaron, metieron las manos en sus bolsillos. Y de pronto, cuando él empezaba a sentir la excitación de una pelea, cuando sensaciones olvidadas comenzaban a envolverlo, se esfumaron en una niebla fabulosa. ¿Quién habrá sido el que cruzó aquella plaza? Cualquiera de los Gwyn que viven en el mismo cuerpo, agitándose entre la realidad y la ficción, entre el mundo de los sanos y los enfermos, rugiendo que una vida no es suficiente para todo.

***

Artículos relacionados

Martes 22 de marzo de 2016
Beatriz Viterbo, Buenos Aires, circa 1925
Así como Carlos Argentino Daneri lo llevó a Borges a ver el aleph, no hay motivos para no creer que haya hecho lo mismo con Beatriz Viterbo.
De la serie "Epifanías"
Lunes 28 de marzo de 2016
Chinchorreo
¿Cuál es la importancia de un Congreso Internacional de la Lengua Española? Mónica Yemayel estuvo en San Juan de Puerto Rico y lo cuenta en esta crónica.
CILE 2016
Martes 29 de marzo de 2016
¿Quién matará a las vacas sagradas?
Faulkner y Hemingway mantuvieron una controversia sólo comparable con la pelea entre Mohamed Ali y Joe Frasier. Lo mismo que Norman Mailer y Gore Vidal o Salman Rushdie y John Updike. Pero: ¿por qué no hay disputas así entre escritores argentinos contemporáneos? ¿Cuál sería el efecto de que las hubiera?
Disputas entre escritores
Viernes 18 de marzo de 2016
Flor de lección
Qué hacer cuando se roba en una librería ¿sorprenderse, escandalizarse, aprender? "La literatura está llena de cosas dañinas", dice Martín Kohan.
Robos
Miércoles 30 de marzo de 2016
Piedra libre
La digresión como el arte de producir efecto sin causa. En este artículo la autora se mira en el espejo de la literatura y se piensa como farsante. "Vivo con miedo de que me descubran. Y a la vez me dan odio los que se dejan engañar."
Quién quiere ser profundo
Miércoles 30 de marzo de 2016
La vida privada de los escritores
Qué tienen de atrapante los libros sobre escritores: probablemente que revelan la distancia entre la imagen pública y la privada, probablemente que revelan el verdadero origen traumático y fangoso de toda obra literaria.
Consideraciones a partir de un nuevo libro de Joyce Carol Oates
×
Aceptar
×
Seguir comprando
Finalizar compra
0 item(s) agregado tu carrito
MUTMA
Continuar
CHECKOUT
×
Se va a agregar 1 ítem a tu carrito
¿Es para un colectivo?
No
Aceptar