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Filosofía en 24 fotogramas por segundo

Sobre el ensayo Siempre nos quedará París. El cine y la condición humana, de José Pablo Feinmann (Ed. Capital Intelectual).

Por Patricio Zunini.

De las más de 150 películas que José Pablo Feinmann nombra en Siempre nos quedará París (Ed. Capital Intelectual), sólo 12 son de este siglo: tres veces menos que la cantidad de películas del cincuenta. Si se tiene en cuenta, además, que 4 son de Woody Allen —el libro tiene varios capítulos dedicados a él—, que algunas aparecen se las menciona casi como a pie de página y que la cantidad de películas europeas y argentinas es muy exigua, la conclusión a la que se llega es que el cine, para Feinmann, tiene lugar y fecha: Hollywood, a mediados del siglo XX.

Esta idea se subraya tanto desde la portada —una composición a partir de un fotograma de Cantando bajo la lluvia (1952)—, como desde el título: Siempre nos quedará París, dice Feinmann en el prólogo, «es una de las frases más hermosas jamás dichas en el cine y en la vida. Se la dice Bogart a Bergman en Casablanca, en el momento en que, saben, se separan para siempre».

 

Este libro llega después de Pasiones de celuloide (Norma, 2000) y El cine por asalto (Planeta, 2006). La relación entre Feinmann y el cine tiene años. Fue el guionista de Últimos días de la víctima, Tango bar, Eva Perón, entre otras, y hace algunos años llevó su pasión a la pantalla chica en los ciclos "El cine por asalto" y luego "Cine con texto". Muchos de los temas de Siempre nos quedará París fueron discutidos en aquellos programas.

Tal como anticipa el subtítulo, el objetivo aquí es confrontar “el cine y la condición humana”,

pero no es un libro de filosofía. Es un libro sobre el amor al cine. A partir de ese amor vendrá lo demás, pero sin él nada habría sido posible. Y amar el cine es amar sus relatos, sus personajes, sus escenografías, sus buenos y hasta sus malos actores, y sus grandes directores.

Feinmann es, básicamente, un hombre de palabras. Salvo por algunas ironías que se permite a partir de La mirada de los otros, de Woody Allen («Un director ciego haría los encuadres más disparatados, igual que algunos directores jóvenes argentinos, artilugio que es muy valorado por algunos críticos»), casi no habla de encuadres y planos. El análisis entre “el cine y la condición humana” recae, entonces, en argumentos y guiones. Incluso llega a transcribir varios diálogos de Lo que el viento se llevó, El luchador, Poderosa Afrodita y hasta de El rey león.

*

Se puede estar rápidamente de acuerdo con Feinmann cuando dice que si «el cine del Tercer Mundo trata de denunciar la miseria, el dolor, la explotación, con películas malas, su intento por desenmascarar la opresión es nulo, no se las toma en serio. En cambio, cuando los norteamericanos quieren hacer propaganda, realizan buenos films.» Es el cine que le gusta, aunque eso no implique una mirada ingenua:

El Imperio se vende a sí mismo, y lo hace de un modo más que entretenido. Siempre supo hacerlo. La mejor venta que hacen de ellos mismos es, primero, entretener al público, y mientras lo entretienen le venden que son mejores, que su sistema de vida es mejor; que son el país hegemónico en el mundo entero, porque son, precisamente América, como se definen a sí mismos. Y los superhéroes garantizan esa condición imperial de Estados Unidos. ¡Un Imperio que entretiene!

Feinmann señala, entonces, aquellas películas que funcionan como bajada de línea. Toma Cinco tumbas a El Cairo y Rommel, el zorro del desierto para dar cuenta de la manera en que Estados Unidos se relacionaba con Alemania durante la Segunda Guerra y la Guerra Fría: «en 1943, Rommel tenía que ser un villano; en 1951, un lord inglés». Señala que «todas las películas de los estudios Disney fueron hechas con un encuadre ideológico-político [que] proponen un mundo de fantasía en el que las soluciones son mágicas, el triunfo es individual y la conciliación de clases es posible». Recuerda la causa de la proliferación de las películas de extraterrestres: «durante los años cincuenta del siglo pasado los marcianos representaron una clara alusión al enemigo comunista, pues Marte es el “planeta rojo” y la amenaza alienígena revela una sociedad paranoica que teme perder sus valores, sus propiedades y hasta sus mentes a causa de los invasores».

El macartismo es un tema recurrente en Siempre nos quedará París, lo que tiene cierta lógica: el Comité de Actividades Antiamericanas fue especialmente enérgico en la década del cincuenta, bajo la dirección del senador Joseph McCarthy. Casi todas las películas mencionadas de esa década tienen una lectura política frente al macartismo. Por ejemplo, A la hora señalada, película en la que Gary Cooper interpreta a un marshal que se enfrenta a una banda de delincuentes indultados que vuelven en busca de venganza,

fue rodada en pleno macartismo y su guionista, Carl Foreman, que estaba en las listas negras, denuncia entre líneas que aquellos que eran perseguidos por el senador McCarthy bajo el rótulo de “comunistas” —casi toda la gente de Hollywood— eran dejados solos por el pueblo, como el marshal que interpreta Cooper.

Feinmann encuentra la resistencia en dos géneros que ama: la comedia musical, dice, resurgió en aquellos años «como respuesta al macartismo. Aunque llueva, cantemos; aunque haya un clima político complicado, cantemos. Cantemos bajo la lluvia.»; y, el cine negro, que por oposición llega al mismo resultado: «el héroe del film noir es un antihéroe. Su antimacartismo es feroz. Vive en plena Guerra Fría, en plena pasión del anticomunismo norteamericano. El film noir expresa que en Estados Unidos hay tipos que nacen para perder.».

*

Apocalypse Now es una de las películas fetiche de José Pablo Feinmann. Tanto así, que Carter en Vietnam, segunda novela de la saga de Joe Carter, Feinmann mete la película en la novela. En el primer capítulo de Siempre nos quedará París toma la película de Francis Ford Coppola dice una frase, como mínimo, provocadora: «En Vietnam caen por primera vez las Torres Gemelas. Ocurre lejos de Estados Unidos, pero el impacto es similar, es una derrota tan ilevantable como el que el terrorismo aplica el 11 de septiembre de 2001». Feinmann dice que la película le interesa porque «es una profundísima meditación sobre la guerra. Y la conclusión a la que llega es filosófica: la maldad no está en la guerra, la maldad está en el hombre.» Más adelante señala que Apocalypse Now plantea la guerra como locura. Hay que matar a Kurtz porque «revela la verdadera cara de la guerra: la guerra es irracional».

Un conflicto diferente es la Guerra de Secesión de los Estados Unidos. Analizada desde Lo que el viento se llevó le sirve a Feinmann para plantear la distribución de poder en la Argentina. «A diferencia de los Estados Unidos, en la Argentina ganó “el Sur”. Las oligarquías criollas lograron imponer una economía basada en el monocultivo, los grandes latifundios y la abundancia fácil». Feinmann no alcanza aquí la profundidad de Filosofía y Nación; estos artículos son apuntes introductorios, a veces con comentarios banales:

Un capitalista estadounidense diría que la cruel matanza de indios fue el doloroso costo del progreso. Acá, el general Roca mató a todos los indios en su avance sobre el mal llamado “desierto” y les dio la tierra a sus amigos. Las cosas no han cambiado: la tierra sigue siendo de ellos. En contraposición, Estados Unidos hizo que los colonos fueran propietarios de las tierras y por su condición de dueños fueron los que con más pasión la trabajaron. No la dejaron abandonada ni al libre albedrío de la naturaleza. Hicieron un país, un gran país capitalista. La Argentina nunca llegó a ser un gran país capitalista. Simplemente alcanzó a ser un país que vendió ganado, trigo, un país de monocultivo, gracias a la ideología de la oligarquía, la ideología del campo, del campo productor. Esa “puta oligarquía” nunca quiso hacer un país, más bien lo impidió.

La guerra tiene mucha presencia porque es una situación que necesariamente atraviesa los valores de la filosofía. El artículo “La política por otros medios” (en referencia a la famosa frase de Karl von Clausewitz), se inicia con una serie de preguntas:

¿Por qué los medios alternativos a la política son medios violentos? ¿Por qué los altos mandos de los ejércitos suelen ser tan despiadados con sus propios soldados? ¿Por qué un soldado debe morir por la patria? ¿Por qué un soldado debe ir a la guerra? ¿Por qué la guerra es considerada inevitable y necesaria? ¿Qué hay en el hombre que lo lleva a obedecer siempre las órdenes de un Estado que le ordena matar a un enemigo a quien no conoce? ¿Qué es lo que hay en el hombre que lo lleva a no poder dejar de matar?

El revisionismo que se viene elaborando bajo el kirchnerismo aún no ha llegado a repensar el relato y las contradicciones de la guerra de Malvinas. Es una deuda por saldar. Feinmann propone una línea de debate, pero no pasa del intento. Aborda la guerra a partir de La patrulla infernal, de Stanley Kubrick, e Iluminados por el fuego, de Tristán Bauer. La película de Kubrick sostiene que «cuando los generales se equivocan, los soldados pagan las consecuencias». Con esa idea rectora, Feinmann señala que Malvinas fue toda una equivocación de los altos mandos de la dictadura: «En la guerra de Malvinas quienes fueron a continuar la política por otros medios fueron jóvenes que no pudieron resistir las inclemencias del tiempo, el miedo a un enemigo superior, y sobre todo, el sadismo de sus superiores».

Dejando de lado el gusto personal en cuanto a la selección de las películas, una crítica que puede hacerse es la relación directa entre el tema analizado y el argumento de las películas elegidas. Hubiera sido interesante recuperar la frase que Adam Trask le dice a su hijo en Al este del Edén cuando está a punto de marchar a la guerra:

Mira: durante todo el transcurso de la historia se ha enseñado a los hombres que matar es una mala acción y que no debe tolerarse. Todo aquel que mata debe ser aniquilado porque ha cometido un gran pecado, quizás el peor pecado que se conoce. Pero luego, he aquí que agarramos a un soldado y depositamos la muerte en sus manos diciéndole: “Úsala bien, úsala sabiamente”. No le ponemos ninguna clase de limitación. “Ve”, le decimos, “y mata a tantos de tus hermanos como puedas”. Y lo recompensamos por ello, porque constituye una violación de lo que se nos había enseñado primero.

La novela de John Steinbeck, una reescritura del Génesis, fue adaptada por Elia Kazan en 1955 y protagonizada por James Dean. Otras películas de Kazan son mencionadas en Siempre nos quedará París —como por ejemplo ¡Viva Zapata!—, pero el director no está entre los preferidos de Feinmann: fue un delator del macartismo.

*

José Pablo Feinmann lleva años desempeñando una tarea pedagógica a gran escala, desde los ciclos "A pensar de todo" hasta el programa "Filosofía aquí y ahora" en Canal Encuentro. La monumentalidad rige sus proyectos: en La filosofía y el barro de la historia recorre la filosofía occidental en 800 páginas, en los dos tomos del Peronismo suma más de 1600. La monumentalidad de Siempre nos quedará París pasa por la gran cantidad de películas y temas que se visitan a lo largo de 340 páginas.

«El cine sirve para analizar la historia», dice. La misma afirmación podría caber tanto para la literatura como para la música; Feinmann eligió el cine y desde allí recorre la filosofía política del siglo XX. Siempre nos quedará París no va a destacar en su bibliografía; es, por al menos es una invitación para interesarse por la filosofía.

*

Películas mencionadas

  • 1910-1930: El nacimiento de una nación (1915), Nosferatu (1922), El ángel azul (1930), Scarface (1932; remake 1983), Volando a Río (1933), El triunfo de la voluntad (1935), Blancanieves (1937), La pícara puritana (1937), Lo que el viento se llevó (1939), Ninotchka (1939), Gunga Din (1939)
  • 1940: La sospecha (1941), Casablanca (1942), Cinco tumbas a El Cairo (1943), Frankenstein contra el Hombre Lobo (1943), Double indemnity (1944), Cuéntame tu vida (1945), Gilda (1946), Los asesinos (1946), Notorius (1946), El beso de la muerte (1947), Retorno del pasado (1947), Out of the past (1947), Abbot y Costello contra los fantasmas (1948), El luchador (1949), White heat (1949)
  • 1950: La Cenicienta (1950), Los olvidados (1950), Siniestra obsesión (1950), La jungla de asfalto (1950), Río Bravo (1959), Boulevard (1950), El gran carnaval (1951), Rommel, el zorro del desierto (1951), A la hora señalada (1952), ¡Viva Zapata! (1952), Cantando bajo la lluvia (1952), El rata (1953), The big heat (1953), La guerra de los mundos (1953), Niágara (1953), Brindis al amor (1953), Infierno 17 (1953), El jardín del mal (1954), Sabrina (1954), La dama y el vagabundo (1955), Más dura será la caída (1956), Casta de malditos (1956), Muñeca de seda (1957), Patrulla infernal (1957), Los usurpadores de cuerpos (1957), El vampiro (1957), Los desconocidos de siempre (1958), Horror of Dracula (1958), North by nortwest (1959)
  • 1960: Psicosis (1960), Juicio en Nuremberg (1961), 101 dálmatas (1961), Lawrence de Arabia (1962), Después de la mentira (1962), Ayer, hoy y mañana (1963), Dr. Insolito (1964), La batalla de Argel (1965), The Bedford incident (1965), Belle de Jour (1967), El graduado (1967), La danza de los vampiros (1967), Madigan (1968), La caída de los dioses (1969), Un cowboy de medianoche (1969), Z (1969)
  • 1970: Los aristogatos (1970), Klute (1971), Harry el sucio (1971), Cuando mueren las leyendas (1972), El último tango en París (1972), El padrino (1972), Estado de sitio (1973), El joven Frankenstein (1974), La Patagonia rebelde (1974), Tiburón (1975), Adiós muñeca (1975), Pascualino siete bellezas (1975), Bugsy Malone (1976), Rocky (1976), Poder que mata (1976), Annie Hall (1977), Apocalypse Now (1979), Nosferatu, el vampiro (1979), Kramer vs. Kramer (1979), Manhattan (1979)
  • 1980: Toro salvaje (1980), El cartero llama dos veces (1981), Dinero del cielo (1981), Los cazadores del arca perdida (1981), Cuerpos ardientes (1981), Tiempo de revancha (1981), Golpe al corazón (1982), Hammet (1982), La rosa púrpura de El Cairo (1985), Tootsie (1982), ET (1982), Rambo (1982), Missing (1982), Últimos días de la víctima (1982), No habrá más penas ni olvido (1983), Simplemente sangre (1984), Pelotón (1986), Nueve semanas y media (1986), Wall Street (1987), Tango bar (1987), Grito de libertad (1987), Traicionados (1988), Los fabulosos Baker Boys (1989), Historias de Nueva York (1989), Crímenes y pecados (1989)
  • 1990: Mujer bonita (1990), Frankie and Johnny (1991), Prostituta (1991), Sombras y niebla (1991), Batman vuelve (1992), Drácula (1992), El amante (1992), Gatica, “el Mono” (1993), La edad de la inocencia (1993), Luna de porcelana (1994), El rey león (1994), Poderosa Afrodita (1995), Batman forever (1995), Adiós a Las Vegas (1995), Evita (1996), Todos dicen te quiero (1996), Día de la Independencia (1996), El abogado del diablo (1997), Mentiras que matan (1997), Celebrity (1998), Casada con la Mafia (1998), Malos pensamientos (1998), The Truman show (1998), Analízame (1999)
  • 2000: Los ángeles de Charlie (2000), Ladrones de medio pelo (2000), La mirada de los otros (2002), Spiderman II (2004), Match point (2005), Iluminados por el fuego (2005), Scoop (2006), Hollywoodland (2006), La conspiración (2007), Antes de que el diablo sepa que has muerto (2007), El sospechoso (2007), El caballero de la noche (2008)

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